Volver a recuperar el placer de comer

alberto lorenzo REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Asociación esperanza

La Asociación La Esperanza de Val Miñor texturiza alimentos triturados para personas que sufren disfagia

20 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Dejar a un lado la idea de tomar puré y volver a disfrutar de la comida. Ese es el objetivo del programa que se desarrolla la Asociación La Esperanza de Val Miñor, en Nigrán. El centro -que atiende a más de 100 usuarios, tanto en su centro de día con terapia ocupacional como en su colegio de educación especial- ha hecho un hincapié especial en que las personas con problemas de disfagia (dificultad de tragar) pueden disfrutar de la comida.

«Buscábamos una comida que, gracias a su textura, fuera segura y eficaz sin empeorar el menú, ni las sensaciones gustativas a los usuarios y los alumnos que no pueden masticar con normalidad», señala la logopeda del centro Ruth Rodríguez.

Para ello La Caixa les donó 11.000 euros. Los invirtieron en la compra del material necesario para llevar a cabo el proceso de texturación del alimento. «De este modo conserva sus valores nutricionales y conserva una textura que no provoca ningún atragantamiento», indica Ruth Rodríguez. Señala que el bocado «se deshace con el contacto entre la lengua y el paladar», pero conservando la sensación ordinaria de comer.

La logopeda pone un ejemplo del proceso. «La comida tiene la forma original. Por ejemplo, en el caso de un plátano, primero lo aplastamos para que no tenga que ser masticado. Luego se lleva a una masa y se le añade gelatina. Se mete en un abatidor. Ahí se lleva a una temperatura muy fría para que solidifique y tenga el aspecto de un plátano. Lo que se consigue así es una cucharada de plátano sea una cucharada de plátano y que tenga un sabor personificado».

Sabores separados

Una de las consecuencias de este tratamiento de los alimentos es separar los sabores como se hace comúnmente: «Cuando convertimos en puré la carne con patatas generamos un sabor nuevo al que no estamos acostumbrados. Porque, normalmente, tomamos la carne por separado, con un poquito de patata. O todo patata».

Además de recuperar el placer existen otros efectos positivos: «Empezamos este curso ya hemos empezado a ver aspectos como que los usuarios mejoran la masticación porque reciben mucha más información. También vemos cómo tragan más rápido reduciendo el tiempo que invierte en la comida. Y comen un poco más de cantidad. La reacción es muy positiva en el gusto, los niños disfrutan más a la hora de comer».