Barra libre para los gurús de la anorexia y la bulimia en Internet

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

ANDREAS SOLARO | AFP

Expertos explican que cerrar estas páginas es lento y costoso y reabrirlas es fácil

12 sep 2017 . Actualizado a las 07:22 h.

«Come mirándote al espejo, preferentemente desnudo o con muy poca ropa. En caso de que no puedas hacerlo, lleva una foto contigo en la que se haga notar la grasa de tu cuerpo, así recordarás cómo te ves y no querrás que aumente eso». Este es uno de los miles de consejos que circulan por Internet. Detrás de ellos, están los gurús de la extrema delgadez, quienes ofrecen consejos y trucos al por mayor para quedarse en los huesos, una barra libre para Ana y Mía (acortamientos que se utilizan en la Red para referirse a la anorexia y la bulimia). Aunque este mes Google, Facebook y Tumblr dieron un paso al frente y retiraron 14 contenidos, perfiles en redes sociales y blogs que habían sido denunciados, las asociaciones que luchan contra este tipo de trastornos de la alimentación dan esta guerra por perdida. Al menos, dicen, hasta que se promueva un cambio legislativo que prohíba expresamente y sancione este tipo de contenidos.

«Siguen existiendo las mismas páginas porque, aunque se cierren, en su lugar abren otras diez», explica Mari Carmen Galindo, presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda y Lucha contra la Anorexia y la Bulimia (Feacab). «No se pueden clausurar todas, hay miles. Es tan fácil encontrarlas como poner en el buscador de Google: dietas para adelgazar sin que se enteren tus padres», continúa. Hay 118.000 resultados.

«Desde la federación hemos estado en contacto con el Ministerio de Sanidad que, cuando ve que existe un contenido perjudicial para la salud inicia los trámites para censurarlo. También remitimos los que nos llegan a la asociación Protégeles, que trabaja en coordinación con el Defensor del Menor», apunta la responsable de Feacab, quien reconoce que «el proceso no es rápido». 

Lucha internacional

Esta es, además, una lucha internacional. Los consejos que lanza una persona en Chile, por ejemplo, pueden alcanzar a millones de internautas que hablan español. Y cada vez disponen de más armas. Una muestra de ello está en los grupos de WhatsApp que crean estos gurús de las princesas y príncipes Pro-Ana y Pro-Mía. Tal es su alcance que en algunos blogs hasta facilitan una guía con los prefijos de cada país a fin de que los interesados en unirse a los grupos de telefonía lo tengan en cuenta al enviar su número para ser agregados.

Todas estas herramientas sirven como «un filón más de información para debutantes en la enfermedad», indica Fátima Pérez, presidenta de la Asociación de Bulimia y Anorexia de A Coruña (ABAC). «Intercambian dietas y trucos sobre cómo adelgazar sin que se entere el entorno más próximo, se aconsejan sobre qué laxantes funcionan mejor, comparten estrategias...», enumera. Y desengancharse de estos grupos, de estas pequeñas comunidades, tiene que ser también por iniciativa propia, subraya: «En las terapias no se prohíbe nada, lo que sí hacemos es tratar ese tema y ponerlo sobre la mesa». 

Los más vulnerables

Los trastornos de alimentación afectan cada vez a un abanico mayor de edades, que puede ir desde niños y niñas de 8 años hasta personas de más de 60, describen en las asociaciones implicadas en combatir la enfermedad. Sin embargo, los más vulnerables a los gurús virtuales, dicen, son los adolescentes, puesto que no solo se manejan como peces en el agua en Internet, sino que además están en la franja de edad con mayor incidencia de la enfermedad. «Cualquiera puede caer en este tipo de páginas, pero generalmente los adultos son más críticos y les saltan antes las alarmas», comenta Fátima Pérez.

Fue, precisamente, la madre de una adolescente que llevaba cuatro años luchando contra un trastorno de alimentación quien puso en marcha una campaña a través de Change.org pidiendo que se prohíban este tipo de contenidos en España, al saber que esta se llegó a nutrir de sus consejos envenenados. La iniciativa, dirigida al Ministerio de Justicia y al Gobierno central, ha conseguido más de 281.000 apoyos. Las asociaciones contra la anorexia y la bulimia tienen ahora su esperanza puesta en una ley marco en la Unión Europea que corte el grifo a la barra libre para Ana y Mía.