Detenido en Gerona un hombre por la falsa amenaza de bomba que obligó a desalojar la Cidade da Cultura y los juzgados de Santiago

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

CEDIDA

El sospechoso habría realizado catorce llamadas similares en los dos últimos años

22 nov 2022 . Actualizado a las 12:12 h.

La Policía Nacional ha detenido en la localidad de Bañolas ( Gerona) a un hombre al que se responsabiliza de la falsa amenaza de bomba que el pasado mes de octubre obligó a desalojar los dos edificios de los juzgados de Santiago en Fontiñas y la Cidade da Cultura de Galicia, ya que en el edificio CINC de este complejo se está desarrollando el juicio por el descarrilamiento de un tren Alvia en Angrois y la comisaría compostelana prefirió prevenir al no saber si el aviso también se refería a este edificio. El resultado fue que la actividad se paralizó varias horas en las dependencias judiciales de la ciudad y que tuvo que suspenderse la recién iniciada campaña de vacunación de la cuarta dosis del coronavirus.

El arrestado, al que se le imputa un delito de desórdenes públicos, se le considera como el responsable de un total de catorce llamadas maliciosas de falsa amenaza de bomba realizadas en los dos últimos años. Para evitar ser detectado, utilizaba diferentes terminales móviles y llamaba desde distintas localidades e incluso desde el extranjero.

La exitosa investigación que ahora culmina la Policía Nacional ha puesto de manifiesto que el detenido alertaba siempre de la colocación de artefactos explosivos y que sus llamadas iban dirigidas tanto a personas físicas como a entidades públicas y privadas ubicadas en distintas localidades españolas.

La consecuencia de las falsas amenazas era precisamente lo que buscaba su autor: la activación de los sistemas de emergencia y de las unidades policiales, con los trastornos que ello conlleva.

En lo que respecta al caso de Compostela, el detenido presuntamente en su llamada que «iba a estallar una bomba en los juzgados de Santiago de Compostela». La comisaría sospechó desde el primer momento de que la amenaza era falsa, pero fue inevitable activar una alerta que no se pudo levantar hasta que no se revisaron concienzudamente todas las dependencias de los edificios afectados.