La USC pretende crear cantera de divulgadores científicos

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Veinte docentes ya publicaron su trabajo en la plataforma The Conversation para acercar de modo ameno la ciencia a la sociedad

25 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Apellidos para abordar la historia y los genes, un análisis de las dietas más populares para conocer cuáles son las más saludables y sostenibles, los efectos del gas radón, los «ordenadores con bata» para tratar la aplicación de las máquinas a la medicina, la resistencia a los antibióticos, la inteligencia artificial, la posverdad e incluso el fútbol como punto de aprendizaje para crear universidades más competitivas. Todo ello es fruto del trabajo científico por parte del personal docente e investigador de la Universidade de Santiago pero, en esta ocasión, dado a conocer de una manera amena a través de la plataforma de divulgación científica The Conversation. La institución académica se sumó a finales del año 2020 a esta entidad sin ánimo de lucro en su objetivo de transferir los conocimientos a la sociedad. En estos meses ya han publicado su trabajo una veintena de autores. El resultado de estas primeras incorporaciones es que sus artículos ya superaron la barrera de las 200.000 lecturas, según indicaron ayer responsables de la plataforma en España y el vicerrector de Planificación, Tecnoloxías e Sustentabilidade, Gumersindo Feijoo Costa.

Los trabajos publicados se caracterizan por el rigor científico -tienen que ser firmados por expertos en la materia- pero con un lenguaje adaptado para que pueda ser comprensible fácilmente por un público a partir de dieciséis años. Además, para acercar de manera amena los conocimientos, cada uno de los artículos no puede superar las ochocientas palabras -aunque hay alguna excepción- y también hay posibilidad de interactuar con los autores de los artículos a través de comentarios. «El objetivo es que el lenguaje científico sea accesible al mayor número de personas posibles», aseguró Rafael Serralde, director general y confundador de The Conversation España. La pretensión es «ir estrechando el espacio entre ciencia y sociedad», añadió Luis Felipe Torrente, otro de los impulsores de la plataforma en España, a la que también están adheridas la Universidade de Vigo y el CSIC, entre otras entidades, y en breve se incorporará el Instituto de Salud Carlos III. A nivel mundial, desde su nacimiento en Australia en el 2011, alberga artículos de cerca de 5.000 autores.

Crear cantera de divulgadores

Uno de los puntos más interesantes para la USC a la hora de sumarse a The Conversation, según destacó Gumersindo Feijoo, también es el vínculo con América Latina. Una de cada tres lecturas de los artículos procede del otro lado del Atlántico. Además, apuntó que «la divulgación es un elemento esencial porque de no ser así muchas veces desconectamos de la sociedad. En ocasiones nos centramos en hacer artículos científicos y quedan en revistas muy profesionales, que es un ámbito cerrado; pero lo que tenemos es que transmitir al resto de la sociedad lo que estamos haciendo», afirmó el vicerrector de la USC Gumersindo Feijoo. En ese sentido, los responsables de The Conversation indicaron que si un artículo en revistas científicas pueden leerlo cuarenta o cincuenta personas, en esta plataforma divulgativa con una versión accesible a todos llegan hasta los 10.000 o 30.000 lectores de media. Eso sí, en los artículos publicados también habrá enlaces a los estudios en profundidad.

Para fomentar que el personal docente e investigador de la USC apueste por la divulgación de los conocimientos de una manera amena, en octubre organizarán unos cursos destinados al profesorado ayudante doctor y contratado doctor, que se extenderá a más en un futuro. «Queremos cantera en la divulgación científica», afirmó Gumersindo Feijoo.