Pablo Vidarte: «La energía de las plantas va a ser parte del mix energético»

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto BARCELONA

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El «stand» de Bioo, compañía fundada por ese joven de 26 años, es uno de los que más expectación ha despertado en el Mobile World Congress.

02 mar 2023 . Actualizado a las 16:27 h.

 Al Mobile World Congress de Barcelona, que hoy se clausura, asisten altos ejecutivos de las mayores compañías del mundo de tecnología, pero también jóvenes como Pablo Vidarte (Sevilla, 1996), que aspira a cambiar el mundo con su empresa Bioo, que genera energía a partir de las plantas. Ha creado productos como Bioo Panel, que puede alimentar hasta seis puntos de luz por cada 49 metros cuadrados de instalación, o Bioo Switch, que convierte las plantas en interruptores biológicos que al tocarlas pueden encender o apagar dispositivos.

¿La biotecnología tiene capacidad para cubrir las necesidades energéticas de un mundo como el actual?

Creamos Bioo precisamente porque queríamos un cambio dentro de lo que es la siguiente revolución tecnológica, a nivel de energía y de ciudades. Queremos alimentar puntos de luz en las ciudades y hacer que las zonas verdes sean eficientes. También, en agricultura, sustituir baterías y el uso de paneles solares para soluciones autónomas. Siempre va a haber muchas otras formas de generar energía. Por ejemplo, en las zonas urbanas no competimos contra los paneles solares, nosotros ponemos baterías biológicas donde hay zonas verdes. Si tienes presupuesto para una zona verde, hazlo de esta forma porque vas a generar energía, ahorrar agua y reducir el calor, y vas a tener un retorno de la inversión en menos de diez años. Pero generar energía de forma masiva lo va hacer mejor un panel solar. Poco a poco, la biotecnología va a ir mejorando y estoy muy seguro de que vamos a llegar a un punto en el que consigamos una verdadera serendipia, algo que no nos esperamos y que va a cambiar las cosas. Con nuestras baterías no hemos llegado ni al 0,1 % de la energía teórica extraíble, en los últimos seis meses hemos aumentado la eficiencia por cuatro. Eso dice mucho de hacia dónde va esto y que está creciendo de forma exponencial, así que en un futuro la energía de las plantas va a ser parte del mix energético.

«Aprovechamos las sustancias orgánicas que hay en suelos naturales y las descomponemos con microorganismos, los cuáles utilizamos para crear, a su vez, electrones libres y generar carga eléctrica». ¿Esto está probado? ¿Tienen algún proyecto funcionando?

Está probado, de hecho no solo las probamos en laboratorio, también lo hacemos en terreno real. En Ibiza tenemos el primer y único jardín botánico biotecnológico del mundo. Hemos recreado diferentes entornos, dunares, salinos, de bosque… y hemos instalado todas las tecnologías y llevan años funcionando sin problema. Al mismo tiempo estamos trabajando en muchos otros proyectos, en el Mobile hemos presentado el primer edificio biotecnológico de Barcelona. Tenemos instalaciones nuestras en Cornualles (Reino Unido), hemos trabajado con empresas como Sanitas para implantarlo en hospitales y también tenemos proyectos de hoteles, edificios de oficinas y transformación de ciudades.

¿El Bioo Panel se puede instalar en cualquier edificación? 

Se puede instalar en cualquier edificación, aunque siempre hacemos una primera fase de estudio. Primero vemos las zonas más idóneas para emplazarlo, porque tiene varios efectos: ahorra hasta un 50 % de agua y genera electricidad para alimentar puntos de luz, pero el mayor es la reducción o el aumento de calor. Podemos reducir hasta cuatro grados con tecnologías de insolación, transpiración e isla de calor, que son más efectivas que los sistemas tradicionales de cubiertas vegetales, hasta 1,9 grados de diferencia. Y ponerlo en una cubierta vegetal, en un parque o en un jardín varía el impacto que tiene. Ese estudio inicial es para medir en qué zonas es más eficiente.

¿El tipo de plantas utilizadas varía dependiendo de la región donde se vaya a instalar?

Sí, aplicamos siempre aquellas que sean autóctonas o que se adecúen al entorno: si es de sombra, lo lógico es poner plantas selváticas; si es totalmente abierto ponemos plantas de la zona, si es mediterránea, plantas mediterráneas. Nunca plantas invasivas o que no deban incorporarse.

¿En qué consiste el Bioo Switch? 

Es un interruptor biológico que utiliza plantas. Lo que hacemos es utilizar una planta para modular una frecuencia. Es decir, cuando una persona se acerca a una planta, ni siquiera tiene que tocarla, ya hay una diferencia de frecuencias, una onda, que se transmite de forma natural por la planta, que la modula, y nosotros captamos después a través de la tierra la onda específica del acercamiento o contacto humano. Al final lo que conseguimos es que al tocar o acercarse a una planta el sistema permita activar una luz, sonidos, pantallas… Si lo toca algo que no sea humano no se va a activar, con un boli o la lluvia o un insecto. Al final lo que queremos hacer es domótica, experiencias, dentro de esa ciudad biotecnológica.

¿Cómo va a cambiar la biotecnología las ciudades, la vida urbana? 

En el día a día nos va a cambiar y mucho. Queremos que desde que abras los ojos lo primero que te ilumine el día sea el contacto con la naturaleza, que toques una planta y eso active las luces. Que puedas levantarte de la cama y vayas al salón y veas plantas colgantes del techo que están purificando el aire de forma natural y que al mismo tiempo estén generando energía para alimentar los puntos de luz. Que abras la ventana y veas que tu ciudad es biotecnológica, que cuando camines por la calle veas los parques que están generando energía, que veas a la gente creando arte con la propia naturaleza, por ejemplo música. Y que llegues a un punto donde, al igual que hoy hay museos, bibliotecas, teatros… veas la biblioteca viva, es decir, una zona natural, un parque, un bosque donde la memoria de la humanidad se guarde en la propia naturaleza, que puedas tocas una planta y escuchar mensajes de gente que haya querido dejar un legado para generaciones presentes o futuras. Algo así como lo que ya vemos en Pandora, el mundo de Avatar, pero con tecnologías que ya son aplicables y no son teóricas o de laboratorio, ya están siendo implementadas.

¿Cuál es su objetivo al participar en el MWC de Barcelona?

Concretamente, este año se ha creado el hall de la ciudad sostenible del futuro, donde hay cosas revolucionarias. Estamos en la misma entrada y nuestra intención es atraer inversión y conseguir proyectos con los que transformar el mundo. Conseguir clientes y estar en edificios que realmente quieran apostar por este tipo de transformaciones. Todo el centro de la instalación es una zona verde donde tenemos paneles generando energía a partir de la propia tierra y que son capaces de iluminar; vamos a hacer que la gente pueda generar música con plantas y enseñar todos los proyectos que estamos haciendo.

En su biografía pone que escribió su primer libro con 14 años, a los 16 colaboró con la NASA en la mejora de la eficiencia de un motor de combustión externa, con 19 años fundó una compañía (Arkyne) y entre otros reconocimientos figura en la lista Forbes Under 30. ¿Cómo se consigue todo esto en tan pocos años?

Me lo preguntan muchas veces y soy súper sincero: es la ira bien canalizada, porque en la escuela estaba aburrido y frustrado, cada proyecto que se me ocurría todo el mundo a mi alrededor me decía que era imposible, y al final me ponía a hacerlos. Se suele decir que solo uno de cada diez proyectos triunfa el primer año, y de esos solo uno de cada diez triunfa al tercero. Pero la clave es ponerse a hacerlo, y aprender de lo último que haces. Perseverancia, ligada a ambición y que el proyecto merezca la pena para ti. Y lo segundo es crear un equipo mejor que tú y que sea único. Hay una frase que tengo yo que es: «No duermo, pero al menos tengo vida». Al final es habitual estar 12-14 horas al día trabajando, pero la recompensa es genial.

Dice que tiene experiencia en los campos de empresa, finanzas e ingeniería, pero abandonó la carrera. ¿Significa eso que la formación universitaria reglada está sobrevalorada?

Yo empecé haciendo empresas a los 16, la primera fue de software, la segunda de hardware de localización, y la tercera Bioo. Con 26 años tengo diez de experiencia laboral. La formación universitaria reglada está bien para aquellos que quieran saber los pasos a seguir, que te enseñen en la universidad, lo que para muchos es muy útil. En mi caso quería crear mi propia universidad, hablar con expertos de cada campo para crear proyectos que me interesaran. Me motivaba mucho más, pero al mismo tiempo cuesta mucho más. Si en la universidad puedes estar x horas, aquí son x por dos. Estás arriesgando desde el minuto cero, ganas mucha experiencia. Si se enseñara a emprender en la escuela, desde primaria incluso, nuestra forma de ver la universidad cambiaría y la universidad cambiaría con nosotros. ¿Está sobrevalorada? Ahora mismo ni siquiera creo que la gente la valore tanto, porque todo el mundo ve las carencias que tiene. Hay que cambiar bastantes cosas.