La infanta Elena, contenta
La infanta Elena ha salido en un coche particular del Real Club Náutico de Sanxenxo (RCNS) y, ante las preguntas de los medios de comunicación que se han agolpado en la entrada, ha dado «muchas gracias» a todos y aseguró estár «muy contenta».
La hija mayor de Juan Carlos I lo esperó el jueves en el aeropuerto vigués de Peinador tras viajar desde Madrid en un vuelo regular y, una vez llegó el avión privado que traía a su padre de Emiratos Árabes Unidos, se fundieron en un abrazo y ella le hizo una reverencia. Este viernes acompañó al emérito al club náutico y, como él, saludó efusivamente a todos los que esperaban.
La infanta salió pasada la una, en un vehículo particular, del recinto deportivo, y viajará a Sevilla. Una socia ha salido tras ella y ha contado que el rey y su hija mayor habían subido a la planta tercera a saludar y que Juan Carlos I les dijo que estaba encantado de volver a Sanxenxo, tras 21 meses en Abu Dabi, agradecido por el cariño con el que ha sido recibido.
López Penide
«Ni emérito, ni leches, rey a secas». A Juan Carlos I se le esperaba con expectación este jueves en Sanxenxo y su llegada se hizo esperar algo. Y es que no fue hasta que pasadas las ocho y veinte de la tarde cuando el Volvo conducido por su amigo Pedro Campos enfiló el camino que conducía a su casa de Nanín, donde el monarca pasará todo el fin de semana en lo que será su primera estancia en territorio español tras casi dos años de autoexilio.
Su llegada estuvo acompañada por gritos de «¡viva España!» y «¡viva el rey!» proferidos por varias decenas de vecinos, muchos de ellos ataviados con la bandera rojigualda, que lo aguardaban.
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