«Hay quien viene a preguntar si puede devolver el Satisfyer»

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Las boutiques eróticas rebajan su precio para satisfacer la demanda del estimulador y recomiendan acudir a tiendas físicas para evitar falsificaciones

08 ene 2020 . Actualizado a las 19:38 h.

Las rebajas no son ajenas a casi nada. Tampoco lo son al Satisfyer. De ser el producto estrella de las Navidades ha pasado a buscar su hueco también de la cuesta de enero en las principales tiendas de Galicia. En Pontevedra reconocen que después de vender una media de seis o siete al día durante las fiestas, esperan relanzarlo aún más a lo largo de todo el mes. Ha sido el regalo estrella para muchas mujeres. En esta revolución las tiendas están luchando para que toda el pastel no se lo lleve la venta on line.

Desde las boutiques eróticas reivindican su espacio, recueradn que también son comercio local y como cualquier otro negocio tienen que pagar muchas facturas a final de mes. «Hemos trabajado bien, pero todavía son muchos los que recurren a Internet para comprarlo sin saber que muchas veces son falsificaciones», explica Yésica Lino, del Arca Azul, que asegura que estos días de Navidad han visto de todo: «Hay quien pregunta si puede devolver el Satisfyer». Para poner un ejemplo Yésica Lino y Eva Fraga, dependientas de El Arca Azul, dicen que «es como si te compras una pata de jamón y después de haberte comido la mitad, lo quieres devolver».

En este local todavía tienen stock del Pro 2 para dar servicio a la demanda de los clientes, que llegan desde distintos puntos de la provincia. Es el que tiene un descuento del 20 % sobre el precio de venta habitual. Con estas ofertas intentan romper los tabúes de muchos para acudir a las tiendas físicas en busca del objeto de deseo de muchas mujeres y desafiar a la venta on line. «Nosotros tenemos problemas para promocionarnos en las redes sociales porque Instagram o Facebook nos impiden publicitar muchos de nuestro productos», explica Eva Fraga, que después del bum del estimulador de clítoris esperaba que hubiese una avalancha de ventas. 

Ramón Leiro