Por las riberas de Amandi

carlos rueda / francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LOBIOS

La célebre zona vinícola posee grandes valores paisajísticos e históricos

14 jun 2017 . Actualizado a las 13:58 h.

La localidad de Amandi es conocida en toda Galicia por dar su nombre a uno de los vinos más emblemáticos de la Ribeira Sacra. Pero la zona se caracteriza además por una espectacular riqueza paisajística y un interesante patrimonio histórico y etnográfico, mucho menos conocidos. Un recorrido en automóvil de unos 7,5 kilómetros permite hacerse una idea cabal de estos atractivos.

El trayecto comienza en el propio pueblo de Amandi, donde se halla la bodega Rectoral de Amandi, una de las más importantes referencias vitícolas de esta zona. Desde allí hay que ir al mirador de Os Chelos -a 1,2 kilómetros-, donde se contempla una bella panorámica de las riberas del Sil. El recorrido sigue después hacia O Lameiro, pero antes es aconsejable hacer una parada en As Forcadas, a unos setecientos metros. Tras pasar por este núcleo es preciso retroceder unos cien metros para seguir hacia O Lameiro, a setecientos metros. Cerca de este lugar estaba la aldea de A Barca de Gudín, hoy bajo las aguas del embalse de Santo Estevo.

Hacia Lobios y Chanteiro

Ahora hay que volver al mirador de Os Chelos y circular en dirección a Amandi unos cien metros más. Después es preciso torcer a la izquierda por una pista de tierra para recorrer las riberas de Lobios y Chanteiro. En esta zona de fuertes pendientes el viñedo ocupa la mayor parte del terreno. Son dos kilómetros de recorrido entre viñas hasta llegar al Souto de Chanteiro, una pequeña loma cubierta de castaños y madroños.

A continuación salimos a la carretera que va de Sampil a Portabrosmos. Hay que girar a la izquierda en dirección a este último núcleo, situado a poco menos de un kilómetro. A la altura de la capilla de Portabrosmos, hoy en ruinas, tenemos una bifurcación y dos opciones para seguir la ruta. La pista de la derecha lleva al actual embarcadero y al lugar de San Cosmede. A unos cien metros hay otra bifurcación. El vial de la izquierda lleva al embarcadero pasando por la Pena do Tesouro y el de la derecha a San Cosmede, a unos trescientos metros.

San Cosmede es una zona de viñedos donde se levanta un antiguo edificio de considerables dimensiones y utilizado para guardar herramientas y aperos de uso vinícola.

La otra opción es torcer a la izquierda, atravesando la aldea de Portabrosmos, y continuar por una pista de tierra que corre paralela al Sil. A unos trescientos metros, en la zona de Augaquente y a la derecha de la pista, se ve una roca de granito ahuecada a mano y trasformada en un depósito para el sulfato. Unos metros más adelante hay un antiguo refugio construido con bloques de piedra y utilizado para guardar aperos y guarecerse de la lluvia. Después el vial empieza a tomar altura y acaba en el Souto de Chanteiro, empatando con la pista principal.