ADIF recurre al juzgado para evitar pagar multas por tirar un vagón al Sil

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

OURENSE

Uno de los vagones acabó en el cauce del río Sil y el otro en la ladera
Uno de los vagones acabó en el cauce del río Sil y el otro en la ladera LOLITA VAZQUEZ

Un segundo coche de un tren descarrilado quedó a unos metros del cauce

19 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En los últimos días de julio del 2020 un tren de mercancías descarriló apenas unos cientos de metros antes de entrar en la estación de Sobradelo (en Carballeda de Valdeorras). Varios vagones quedaron fuera de las vías. Fueron colocados de nuevo sobre los raíles para poder seguir la marcha, salvo dos. Las labores para volver a encarrilarlos se volvieron complicadas, por lo que finalmente desde el ADIF se decidió tirarlos por la ladera con la intención de trasladarlos río Sil abajo para poder sacarlos por una zona más accesible. Sucedió el domingo 2 de agosto de hace dos años. Uno de los vagones cayó dentro de agua y otro se quedó a unos metros de entrar en contacto con el cauce fluvial.

La polvareda que se levantó mientras ambos vagones rodaban ladera abajo (como se veía en los vídeos que grabaron los testigos y que se hicieron virales entonces) no fue nada con la que se levantó después. Días más tarde visitaba la zona la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, y anunciaba multas a ADIF, como también lo hacían desde la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, las dos administraciones con competencias. Pero dos años después, lo cierto es que ADIF no ha pagado ni un solo euro por lo sucedido. El administrador de infraestructuras ferroviarias ha optado por acudir a la vía contencioso-administrativa para tratar de tumbar las resoluciones de sanción después de no conseguirlo en los recursos presentados ante Confederación y Xunta. De esta forma, será un juez quien decida si ADIF es responsable de lo sucedido y la cantidad que le correspondería pagar en ese caso.

La resolución del caso sigue, por tanto, pendiente. «En estos momentos todavía no ha habido pronunciamiento judicial», sobre los recursos interpuestos por ADIF, según la información aportada por la propia empresa.

Dos sanciones por valor de 55.000 euros

Las propuestas de sanción que tiene el administrador de infraestructuras ferroviarias sobre la mesa suman 55.000 euros. La CHMS impuso una multa de 10.000 euros, a repartir de manera solidaria entre ADIF y Renfe. Suponía una importante rebaja sobre los 50.000 euros anunciados en agosto del 2020 al pasar la calificación de menos grave a leve. Esto se debió, según la explicación dada por el organismo de cuenca, a que en la tramitación se tuvo constancia de que «antes da proposta de resolución os responsables dos feitos repuxeron as cousas ao estado anterior».

En el caso de la Xunta, por contra, el anuncio inicial fue una sanción de 35.000 euros que acabó elevándose a 45.000 (el máximo que permite la ley) «dada a concorrencia de intencionalidade e tendo en conta que o vertido dos vagóns realizouse nun espazo natural protexido dentro de Rede Natura 2000», según la explicación aportada desde la Consellería de Medio Ambiente.

La que sí se cerró hace más de un año ya fue la investigación interna anunciada por la entonces presidenta de ADIF, Isabel Pardo, para saber qué había pasado y quién había dado la orden de tirar los vagones al río Sil. Las pesquisas determinaron «la no existencia de responsabilidades personales particulares».

Mucho antes, en agosto de hace dos veranos, los vagones fueron recuperados, aunque no a través del Sil. ADIF se encargó de trocear los dos coches para poder izarlos con un camión pluma hasta las vías del tren y cargarlos en un convoy que se encargó de su traslado.