Los eurofans de Ourense en el Benidorm Fest: «Nos emocionamos muchísimo con Tanxugueiras»

OURENSE





Los gallegos lloraron con las pandereteiras y vibraron con Chanel sobre el escenario: «Este año había muchas propuestas de calidad altísima»
01 feb 2022 . Actualizado a las 17:14 h.El furor que despertaron las Tanxugueiras en el Benidorm Fest traspasó fronteras. Aún así el aturuxo de Olaia Maneiro, la muiñeira de Aida Tarrío y la fuerza vocal y gestual de Sabela Maneiro, no llegarán a Turín. Al menos no para representar a España en Eurovisión. De todas formas, la propuesta de las tres pandereteiras ha convencido al público general y a los eurofans en particular. Lo sabe bien el ourensano Eliseo Rivas. Él es fan incondicional de este formato musical a nivel europeo. «En mi caso la pasión me viene de familia. Tendría 10 años cuando empecé a disfrutar de Eurovisión como el que más. Eran los años ochenta y recuerdo que nos juntábamos en casa a verlo. No había internet así que coleccionaba recortes de las revistas con las actuaciones y los artistas», recuerda este ourensano. En el 2006 fue a su primera gala de Eurovisión, la de Atenas. «Justo fue el año que puse internet. Como las entradas salían a la venta a las diez de la mañana, para cuando yo podía escaparme a un cibercafé ya no quedaban... Pero esa vez me conecté desde casa y lo conseguí», cuenta Eliseo. En Grecia descubrió todo el fenómeno que hay detrás del festival. El Euroclub, que es la discoteca que monta el certamen en la ciudad que toque para que los seguidores puedan conocerse y disfrutar de la noche mientras bailan las canciones de Eurovisión. Y también los clubes oficiales de fans. Entre ellos el internacional y oficial, OGAE, del que Eliseo forma parte. «Ahí se comparte todo lo que tenga relación y pueda resultar interesante del festival. Pagamos una tasa anual, hay asambleas...», explica. Desde su primer viaje no se ha perdido ninguna gala de Eurovisión, trasladándose a cada lugar que tocase, por eso no es de extrañar que este ourensano fuese uno de los eurofans presentes en el Benidorm Fest del pasado fin de semana.
Como es habitual, el ourensano fue con amigos, igual de acérrimos al formato, como Cristian González; y con su novio, Iván Panero. De hecho la pareja se conoció en Eurovisión. «Sí, en el de Moscú, en el 2009, coincidimos en el Euroclub por casualidad y nos hicimos amigos... Años más tarde surgió otra cosa», afirma Eliseo. Amor también es lo que profesan a la música, a los artistas y a las canciones que hacen posible una fiesta del sonido tan grande como Eurovisión, por eso querían una selección española digna y a la altura. «Siempre hemos querido una preselección como la de este año y nos hemos quedado alucinados con el cambio que ha realizado RTVE. Contábamos con unas propuestas muy variadas, reivindicativas y de calidad altísima. Y eso en sí mismo ya es un triunfo», confiesa el ourensano. Tenían sus favoritos y no se ocultan. Eliseo apostaba por Rigoberta Bandini, luego Tanxugueiras y de tercera, Chanel. Iván se adelantó a las votaciones y en su porra salía la que resultó ganadora de primera. Y Cristian iba con las gallegas a muerte. «Había que verlo llorar cuando actuaron en la final... La verdad es que yo también me emocioné muchísimo al sentirlas en directo y eso que no es mi música. En mi Spotify no suena folk, sin embargo a Rigoberta la sigo desde hace dos años», dice. «En cuanto vi el videoclip de SloMo —la canción ganadora— supe que lo iba a petar. Es redondo, tiene impacto, show, fuerza y talento. Por eso fue mi apuesta, pero para mí la victoria es también de Tanxugueiras. El público habló y lo dejó muy claro», manifiesta. «De todas formas, tenemos una representante muy digna y vamos a apoyarla lo más grande», añade. De hecho estos tres eurofans ya tienen todo listo para su viaje a Turín, el 14 de mayo. Y no dudan de que repetirán en un directo del trío de pandereteiras gallegas.
Eliseo ha estado en quince galas de Eurovisión. «Todas son especiales. Es una forma de conocer mundo disfrutando al mismo tiempo del amor por la música y por el espectáculo», admite. Aunque destaca la del 2012 en Bakú, Azerbaiyán. «Es un lugar que no me planteaba visitar y esto me dio la oportunidad. Es poco turístico y totalmente exótico. Fue increíble, todo el país se volcó con nosotros. Hasta construyeron el pabellón, en el que se celebró la gala, en seis meses», dice. España llevaba a Pastora Soler, aunque finalmente ganó la representante sueca, Loreen, cuyo Euphoria se convirtió en un himno.