«Será la puntilla para muchos hosteleros»

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

El sector pide medidas para evitar cierres masivos y apunta a la moratoria en los alquileres

29 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Será la puntilla para muchos hosteleros». Es la sensación unánime en el sector en Ourense cuando se cumplen dos semanas con las persianas bajadas. Y le quedan, en el mejor de los escenarios, otras dos por delante. La inquietud que tienen los profesionales ya no es tanto por saber cuándo se levantará el estado de alarma y podrán volver con su actividad, sino por saber cuántos proyectos e ilusiones se quedarán por el camino. Javier Outumuro es el propietario del restaurante A Taberna y presidente de la Unión de Hosteleros Ourensana (UHO). Ha tenido que enviar a un ERTE a sus siete trabajadores y ve con pesimismo el futuro que viene por delante. «Algún xa vai quedar polo camiño. Isto é golpe tras golpe. Enfronte miña hai un local e o dono xa me dixo, nada máis declararse o estado de alarma, que non podería volver a abrir. E no seu caso, como outros moitos, non é por falta de traballo nin de ilusión», señala Outomuro.

Y es que este parón forzoso de al menos un mes será una losa difícil de superar por todos aquellos establecimientos hosteleros que venían sobreviviendo en la ciudad y en la provincia gracias a las temporadas más fuertes, como Navidad o el verano. Justo este cierre a cal y canto coincide con uno de los momentos con más actividad, como es la Semana Santa. Por el camino se han quedado acciones como los pinchos de primavera que servían para dinamizar el sector y animar las ventas. Entre las demandas que realizan para tratar de salvar el mayor número de negocios posible, el presidente de UHO apunta a los gastos corrientes: «Por moito que fagas un ERTE os recibos seguen chegando. Hai que facerlle fronte ao aluguer, á luz, á auga, ás cotas de autónomo... Por que apúntanse moitas medidas, pero eu vexo que o 99 % dos caseiros seguen cobrando puntualmente o aluguer. Non vexo á xente concienciada e pensando que a veces é mellor deixar de cobrar dous meses que quedar co local baleiro».

A la hora de apuntar a quien le afectará más la crisis económica derivada del cierre de la hostelería por el coronavirus, los profesionales tienen claro que todos tendrán sus dificultades. Los restaurantes más grandes porque tienen más cargas y los pequeños porque ya solían ir con el agua al cuello. «Los márgenes son cada vez más pequeños», recalca Outumuro.

En la ciudad, los restaurantes de referencia han tenido que recurrir, como no puede ser de otra manera, a los ERTE. Por ejemplo, en el Sanmiguel, en pleno corazón histórico, la decena de trabajadores con los que cuenta habitualmente el establecimiento están en esa situación. Lo mismo sucede en el único restaurante con Estrella Michelin en la provincia. El Nova ha tenido que enviar a sus once empleados a un expediente de regulación temporal de empleo «Temos que ser optimistas e o noso obxectivo é que cando volvamos o fagamos con todo o volume de traballo que tiñamos antes e con todos os traballadores», explica Julio Sotomayor, que con Daniel Guzmán están al frente de este exitoso proyecto gastronómico en la calle Valle Inclán.

En su caso, Julio Sotomayor quiere agradecer el gesto del dueño del local, que se puso en contacto con ellos para decirles que no tenían que hacer frente al recibo de este mes. «Ás veces suceden cousas máxicas no medio de tantas negativas», asegura.

¿Y los bares y las cafeterías? «La situación se ha vuelto esperpéntica para los pequeños negocios. Para muchos de ellos, seguramente las ayudas lleguen ya tarde», indica el presidente de la federación de hostelería, Ovidio Fernández Ojea. Entre los dueños de este tipo de establecimientos cunde el desánimo. Jhonny Prado, que junto con su hermana Olga está al frente de las cafeterías Lord y el K-fe, resume a la perfección el escenario actual: «Son días muy difíciles, porque no puedes hacer nada y tampoco depende de ti el volver abrir».

La gran incógnita es cómo responderán los clientes el día después a que se levante el estado de alarma. Julio Sotomayor, de Nova, quiere ser optimista: «Hai xente que di que virá un repunte do sector». Pero, casi al mismo tiempo, pisa el freno: «Será difícil pola nosa propia filosofía de vida. Penso neses locais dos viños onde o cóbado con cóbado vólvese fundamental e vivirase case con psicoses».

Desde el grupo Cociña Ourense, que aglutina a trece cocineros locales, envían desde sus redes sociales positivismo y un mensaje que esperemos que cale en los consumidores: «Esta crisis la vamos a superar entre todos. Cuando recuperemos la normalidad consumamos en los comercios, tiendas, restaurantes y bares del barrio. Hagamos gasto en nuestra comunidad». No está en juego cualquier cosa. En la provincia hay un total de 2.816 establecimientos de hostelería y turismo.

Cifras

429 bares en la ciudad: Es la última cifra ofrecida por la Federación de Hostelería de España, en el año 2017.

2.652 autónomos: La Federación de Autónomos contabiliza a 2.652 trabajadores por cuenta propia.

5.446 asalariados: Es la cifra de febrero. El número de trabajadores oscila a lo largo de las diferentes temporadas del sector.