Sí, soy nómada digital

Susana Quintás
Susana Quintás CONSEJERA INDEPENDIENTE

OPINIÓN

30 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Vivimos en la era digital. Los cambios acelerados por la pandemia también han llegado al ámbito laboral. De hecho, se ha producido el mayor cambio en la organización del trabajo de los últimos 100 años.

Durante la revolución industrial y, a lo largo de todo el siglo XX, el modelo organizativo consistía en concentrar a los operarios en los centros de trabajo, en las fábricas. En el 2022, ha quedado claro que el trabajo en remoto es posible y, además de posible, es deseable y encaja muy bien en la filosofía de la generación Z (los nacidos en 1990-2000), un 23 % de la población mundial.

Este nuevo concepto de que el trabajo no es lo que hago de 9 a 5 en un sitio concreto, sino lo que hago desde donde quiera que yo esté, ha dado paso a los nómadas digitales. En Metrikus hay varios de ellos, eligen donde quieren vivir los siguientes 2 meses, alquilan un Airbnb y van cambiando de país. Los últimos datos de Airbnb arrojan un 12 % de reservas de larga duración, con un crecimiento de 3 puntos porcentuales. Un mes es Estonia, otro Francia, otro Polonia… Hubo una época durante la pandemia en la que salir a pasear por Madrid era escuchar hablar en francés todo el rato.

Es otra forma de vivir, con mucho encanto para los que lo practican. Pero también con atractivo para muchas ciudades que les pueden acoger. Galicia, por ejemplo, podría ser un sitio espectacular para estos nómadas digitales. Sirva de ejemplo el caso de David Chipperfield, arquitecto de primer nivel que ha decidido vivir en Corrubedo y trabajar con unas vistas sobre la ría espectaculares.

Una nueva forma de turismo: vivir y trabajar. Viajas mientras trabajas o trabajas mientras viajas. El nómada digital busca sitios que le ofrezcan 3 características:

1.- Una buena conexión a internet.

2.- Coste de la vida asequible.

3.- Vivir una experiencia, conocer gente y otra cultura.

Más de 25 países han sacado programas de visados para los nómadas digitales. La tendencia, provocada por la pandemia, comenzó en países europeos y caribeños pequeños con alta dependencia del turismo. Ahora ya están los grandes como EAU, Brasil e Italia. Para estos países, los visados para nómadas digitales son una forma de atraer nuevas ideas y talentos, así como de aprovechar el crecimiento del trabajo a distancia para inyectar capital extranjero en las economías locales. Eso sí, ¡los impuestos se pagan en casa!.

Existe incluso una plataforma de la comunidad nómada con consejos, ofertas de empleo y donde las ciudades se postulan. De España están San Sebastián, Tarifa, Madrid, Barcelona, Valencia, Mallorca e Ibiza. ¿Por qué ninguna gallega? No será por paisajes espectaculares y buena comida…

En cuanto a mí, cuando llega julio con 40 grados en Madrid, me vengo a Galicia y desde aquí trabajo hasta el mes de septiembre. No se me ocurre nada más agradable que dormir con mantita en pleno verano, trabajar con las Brañas de Laíño como telón de fondo y salir a la puerta por las mañanas a respirar aire puro mientras me preparo para trabajar con Londres.