Cháchara

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

ALEXEI NIKOLSKY / SPUTNIK / KREM

15 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Me hace gracia la expresión «fatiga pandémica» que tanto se usa para aludir al hartazgo informativo y político que produce el virus. Una especie de tomadura de pelo infinita que aburre por sobredosis. Lo cierto es que están pasando cosas muy gordas y nosotros seguimos discutiendo sobre mascarillas, vacunas y sobre inmunidades de rebaño inexistentes, inalcanzables o ambas cosas. La tensión en las fronteras de la Unión Europea con Rusia se ha disparado hasta alcanzar cotas que sí deberían darnos miedo. Pero las aperturas de periódicos, radios y televisiones se las lleva el ir y venir del visado de Djokovic en Australia, que es otra manera de hablar sobre vacunas. La pandemia va encontrando modos de espabilar la fatiga.

Mientras la Bolsa se resiente de las amenazas rusas y de los chantajes chinos, mientras la energía sigue carísima y la inflación alcanza niveles que considerábamos de otro tiempo o del tercer mundo, nosotros hablamos del príncipe Andrés, castigado por su madre de nuevo. Y hablamos como si nos concerniera, como si hubiera alguna grandeza moral en esa historia de la niña inocente y un royal carroñero. Esto nos ocupará unos días, no solo a los españoles, y contribuirá de un modo eficaz a enterrar el sórdido entramado sexual, rebosante de jefes de Estado y presidentes de las grandes compañías… Solo pagarán Epstein —con su vida—, la alcahueta Maxwell y Andrés de Inglaterra, el torpe. La cháchara nacional de esta semana incluye las declaraciones de Garzón, cuya gravedad reside en haber proyectado una sombra sobre las exportaciones cárnicas. Lo demás es campaña: rentable para Podemos y para el PP. Si no carne, siempre podemos exportar cháchara confusa.

@pacosanchez