Empresas que transforman sus residuos en recursos

Olga Suárez Chamorro
Olga Suárez REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

MIGUEL MIRAMONTES

La consultora de A Coruña Ziclos trabaja desde hace ocho años en proyectos para implantar la economía circular en compañías y reutilizar textiles y plásticos

15 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno aprobó en los últimos días del 2022 el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, una normativa que pretende ser el paso definitivo a una correcta separación de la basura: que no solo se recicle correctamente, sino que pueda tener una segunda vida. Todos los ciudadanos deben tomar conciencia de ello, pero de forma especial han de hacerlo las empresas, pues son grandes generadores de residuos y existe mucha confusión a la hora de saber cómo organizar los materiales desechados. Hace ocho años nació en A Coruña Ziclos, una consultora dirigida precisamente a este fin, el de orientar a las empresas en este trabajo de encontrar una segunda vida a los residuos que generan. Surgió como una idea personal de su fundador, Francisco Iglesias, que por aquel entonces dirigía una planta de gestión de residuos y que pudo comprobar el elevado grado de desconocimiento que había sobre la forma de separación de los productos: «En el mundo de los residuos, una empresa puede pasar de tener un ingreso a tener un coste, dependiendo de muchos factores», explica. Así, tras 15 años al frente de la planta que la empresa alicantina Acteco tiene en el polígono industrial de Sabón (Arteixo), se lanzó a emprender.

Y la idea caló rápido, pues uno de sus primeros contratos fue con el grupo Inditex, a quien asesoran desde entonces con su proyecto global Zero Waste, que tiene el objetivo de conseguir que todos sus almacenes generen la menor cantidad de residuos posibles y, los que se generen, se puedan reutilizar.

Compraventa de residuos

En sus inicios, Ziclos fue exclusivamente su socio fundador, pero al año siguiente ya incorporó a dos personas al equipo porque abrió un nuevo frente en la empresa: la de introducirse en el mundo de la compraventa de residuos para canalizarlos en procesos de reciclaje: «Si una empresa separa sus residuos, estos tienen un valor y nosotros se lo damos, nos convertimos en negociantes de residuos», destaca Iglesias, e incide en la importancia de hacer pedagogía en la forma de separar: «No es lo mismo recoger a granel que compactado; si los clientes utilizan los sistemas de compactación, reducen la huella de carbono y también los costes relativos a la gestión». Así, pasan de ser residuos y se convierten en recursos.

La tercera fase en la que se encuentra inmersa esta firma en la actualidad es la de la economía circular: que sus clientes utilicen los reciclados que salen de los materiales que ellos mismos generan. En este sentido, tienen dos proyectos, uno de textil y otro de plásticos. En el primero de los casos, las fuentes vienen de prendas rechazadas por defectos de fabricación que no pueden ser aprovechadas ni para el canal de venta de segunda mano, ni para donaciones. Estos productos se aprovechan dependiendo de su composición: las que tienen altos porcentajes en algodón o poliéster se utilizan para fabricar hilo; mientras que el resto se destina para la fabricación de aislamiento en construcción o en automóvil. En el caso de los plásticos, por ejemplo, las empresas aprovechan sus residuos para los embalajes de productos.

En la actualidad, Ziclos cuenta con nueve trabajadores, casi todos con un perfil muy técnico y, en su mayoría, recién titulados: «He comprobado que en el mercado laboral no hay un perfil exacto que se corresponda con nuestras necesidades, por lo que apostamos por la formación interna», subraya el directivo.

Casi todos sus clientes se concentran en Galicia, aunque también se encuentran en otros puntos de España. En Cataluña, por ejemplo, trabajan con una empresa dedicada a la venta online de muebles. En general Iglesias valora el interés por la sostenibilidad que aprecia en grandes compañías, «interesadas en ir por delante»; pero reconoce que la gran mayoría «están aún un poco lejos de una concienciación real en la reutilización de materiales». Para ello, tienen un tercer proyecto en marcha, que consiste en la colaboración con eventos, a cuya organización asesoran sobre las mejores prácticas para gestionar sus residuos. Ya han trabajado para el Pantín Classic: por ejemplo, las gran cantidad de botellas que se tiran en eventos como este pueden encontrar una segunda vida como fibras textiles para hilo de poliéster.