Educación al alza

MERCADOS

Bajan las matrículas excepto en ESO y bachillerato, y hay casi 5.000 estudiantes menos en Galicia
Bajan las matrículas excepto en ESO y bachillerato, y hay casi 5.000 estudiantes menos en Galicia ANGEL MANSO

09 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Un interesante documental emitido hace unas semanas en televisión reproducía la terrible realidad de uno de los mayores basureros tecnológicos de África, en Ghana. Miles de personas, muchos de ellos niños, viven —incluso han nacido allí— en un basurero inmenso, entre el humo de los cables quemados y la contaminación por metales pesados. Al cierre del reportaje, el periodista pregunta a un ghanés de una oenegé cuál podría ser la solución, y el africano concienciado responde escuetamente: «Educación». Ni ayuda europea, ni fondos estatales, ni sanciones de la comunidad internacional a los exportadores de estos residuos peligrosos.

Es difícil ver en el día a día el efecto del nivel educativo en el bienestar de un país, pero los análisis a largo plazo muestran una relación directa entre niveles formativos y desarrollo humano, empleo, renta per cápita y otros indicadores. Y aunque sea difícil de ver, aquí, en España, parece que somos cada vez más conscientes.

Esta semana han coincidido dos nuevos informes sobre nuestra educación; primero el de la OCDE, Panorama de la Educación 2022, y días después la actualización que sobre este asunto hace el INE en su macroestudio Mujeres y hombres en España. La OCDE señala que un 28 % de nuestros conciudadanos jóvenes (de 24 a 35 años) han estudiado como mucho hasta 3.º de ESO; es casi el doble de abandono escolar que la media de los países miembros de esa organización. En contrapartida, también indica que un 49 % de los españoles en esa franja de edad cuentan con titulaciones de FP, frente al 34 % del año 2000, lo que supone un fuerte avance en empleabilidad. El INE, que utiliza otra franja de edad (de 18 a 24 años), constata que en el 2021 abandonaron la escuela antes de terminar la ESO un 16,7 % de nuestros jóvenes varones y un 9,7 % de las mujeres. Siete años antes, las tasas eran del 25,6 y del 18,1 %. Será que la necesidad obliga y que los datos de accesibilidad al mercado laboral son conocidos; en cualquier caso, ese factor que sirve hasta para evitar convertirse en un basurero da muestras de mejora.