Turismo sostenible bajo el agua en Italia

Valentina Saini Venecia

MERCADOS

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El pueblo de Talamone, en la costa de la Toscana, acoge un museo submarino que se ha convertido en un reclamo para preservar el ecosistema marino dañado por la pesca ilegal

17 may 2022 . Actualizado a las 12:25 h.

La Toscana es famosa por sus museos. En la Galería Uffizi de Florencia se pueden admirar obras maestras como el Nacimiento de Venus de Botticelli, y la Galería de la Academia custodia el David de Miguel Ángel. Pero también hay un museo menos famoso y oculto a la vista, aunque igual de extraordinario. Su principal objetivo, de hecho, es salvar un trocito de mar de la devastación causada por la pesca de arrastre ilegal. Es un museo submarino de esculturas, y se llama La Casa dei Pesci (La Casa de los Peces). Sus obras están situadas bajo el agua frente a la costa de Talamone, un pequeño pueblo de pescadores con vistas al mar, rodeado de playas y bosques de pinos rodenos, escogido por los viajeros en busca del contacto con la naturaleza. Gracias a La Casa dei Pesci, Talamone se está convirtiendo en un ejemplo de concienciación sobre los peligros que amenazan al mar — desde la contaminación hasta la pesca excesiva — y de protección de los ecosistemas marinos. Y también en un destino para el turismo sostenible: este sugestivo museo atrae a muchos aficionados al buceo y a la fotografía submarina, que viajan a Talamone para nadar entre sus piezas, parecidas a las ruinas sumergidas de una antigua civilización.

 La Casa dei Pesci ha aparecido incluso en las páginas de The Guardian y The New York Times. Se trata de una serie de esculturas de mármol, 39 obras de arte creadas por artistas italianos y extranjeros (entre ellos Emily Young, a quien el Financial Times calificó como la mejor escultora británica contemporánea en piedra) de entre 12 y 15 toneladas cada una. Pero además de ser llamativas obras de arte, las esculturas impiden que los barcos de arrastre naveguen por la zona: si lo hicieran, las redes, que son muy caras, se engancharían y se romperían.

El origen

La Casa dei Pesci es una idea de Paolo Fanciulli, un pescador artesanal de Talamone, que lleva años luchando contra la pesca de arrastre cerca de la costa, extremadamente dañina para los ecosistemas, y por eso prohibida. Fanciulli explica que haceya tiempo que los fondos cercanos a la costa estaban cubiertos de posidonia, una planta marina que produce oxígeno, protege la costa de la erosión y sirve de refugio a muchas especies de organismos marinos. Empezando por los peces, que eligen las praderas formadas por esta planta para reproducirse y esconderse de los depredadores. «En cierto modo, la posidonia es la verdadera casa de los peces», afirma Fanciulli. «Pero años de redes arrastradas ilegalmente sobre el fondo marino aquí, como en otros lugares de Italia, la han arrancado; por eso llamé al museo La Casa dei Pesci: los barcos de arrastre ya no pueden pasar por allí, y por fin la vida está volviendo alrededor de las estatuas». Además de las 39 obras de arte, La Casa dei Pesci consta de una barrera adicional de casi 800 bloques de hormigón. Además, 100 bloques fueron donados por una cantera de mármol de Carrara, el mismo en que Miguel Ángel talló su Moisés y La Piedad. El objetivo de Fanciulli es ampliar el museo submarino llegando a cien obras de arte, y su proyecto ha tenido tanto éxito que varios artistas ya han donado nuevas esculturas. Ahora, el creador de la Casa dei Pesci se encuentra inmerso en otra tarea: recaudar los fondos necesarios para bajar las piezas al mar.