Noruega impulsa centros de datos verdes

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN / LA VOZ

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Estas instalaciones consumen cientos de megavatios de electricidad y es vital que provenga
de fuentes cien por cien renovables. En el 2025 el mundo producirá 180 zettabytes al año

10 jun 2019 . Actualizado a las 07:18 h.

La creciente demanda de intercambio de datos y la cantidad de información almacenada en la nube ha creado la necesidad de construir espacios de almacenamiento y procesamiento de mayor tamaño. Solo el volumen de datos que se produce a nivel mundial cada semana supera al que la humanidad ha generado en los últimos mil años. Y todo parece indicar que para el año 2025 el mundo producirá anualmente 180 zettabytes (ZB) de datos. Para hacerse una idea de lo que esto significa: un zettabyte es un trillón de gigas.

El sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) debe ser pionero en la adopción de soluciones tecnológicas verdes contribuyendo a la mejora de la eficiencia energética y, por tanto, a la sostenibilidad económica y medioambiental. Según la empresa Cisco Systems, el número de centros de datos a hiperescala en el mundo aumentará de 259 en el 2015 a 485 el próximo año. Algunas de las instalaciones que actualmente almacenan información consumen más energía de la que pueden utilizar países de gran tamaño ya que funcionan 24 horas, 7 días a la semana y bajo condiciones muy concretas de temperatura y humedad. Esto hace aún más importante que su electricidad proceda de fuentes cien por cien renovables y que dispongan de sistemas que reduzcan las emisiones de carbono.

Precisamente, las condiciones medioambientales de Noruega favorecen que este país se convierta en una superpotencia para los centros de datos verdes. Desde finales del siglo XIX, el desarrollo industrial del país ha estado estrechamente vinculado al desarrollo de la energía hidroeléctrica: su clima, sus recursos hidráulicos y la temperatura de su agua favorecen la refrigeración de los servidores de los centros de datos. El país escandinavo ha sabido aprovechar la ventaja que le ofrecen sus condiciones climáticas y lo combina con tecnología pionera que convierte estos espacios en sostenibles y con el mínimo impacto ambiental.

La compañía Kolos está construyendo en la actualidad uno de los centros de datos más grandes del mundo, con una extensión de 600.000 metros cuadrados, junto a la ciudad de Ballangen (al norte de Noruega). La planta dispondrá de una potencia de procesamiento de más de 1.000 megavatios y será alimentada exclusivamente por energía renovable a partir de fuentes hidráulicas y eólicas. El clima fresco y estable del norte de Noruega y la proximidad del agua proporcionarán enfriamiento natural a los servidores del centro.

Otra empresa pionera en la construcción de centros de datos energéticamente eficientes y sostenibles es Green Mountain. Algunas de sus instalaciones se sitúan en los fiordos noruegos para aprovechar la electricidad procedente de fuentes hidroeléctricas y la temperatura que el agua proporciona a 8 grados centígrados, que contribuye a la refrigeración y a mantenerla siempre a una temperatura idónea.

El sistema de refrigeración lleva el agua desde el fiordo a la estación sin utilizar energía eléctrica, únicamente con la ayuda de la gravedad, y sin hacer uso de gases refrigerantes, lo que asegura que es una planta sostenible y de cero emisiones.

Por su parte, el Lefdal Mine Datacenter podría convertirse en el centro de datos subterráneo más grande del mundo, con 120.000 metros cuadrados de espacio para equipos y una capacidad máxima de 250 megavatios. Situado en una antigua mina a más de 600 metros de profundidad en la región de Sogn og Fjordane, está dividido en 75 salas y construido en espiral, para favorecer el acceso a todos los niveles.

Su sistema es también cien por cien renovable gracias a que obtiene el suministro energético proveniente de una central hidroeléctrica cercana. Además, aprovecha las ventajas que presenta una mina para conseguir reducir el gasto en la refrigeración y ser así más eficiente.

En el Ártico

Pero en el país nórdico no se quedan aquí y llevan a cabo una búsqueda de otras soluciones sostenibles para el almacenamiento de datos. Artic World Archive, nacido de la colaboración entre Piql y Store Norske Spitsbergen Kulkompani, es una alternativa a la nube que permite almacenar cualquier tipo de información (documentos, imágenes, sonidos, vídeos) y que promete una conservación más segura al no existir la posibilidad de piratería o manipulación.

El almacenamiento se hace desde el archipiélago Svalbard, una de las ubicaciones más remotas y geopolíticamente estables de la Tierra. Todos los datos Piql se almacenan en una película y las condiciones climáticas en el Ártico son ideales para el archivo de estos materiales a largo plazo, por lo que no requiere del uso de electricidad para mantener los datos vivos durante los próximos siglos, convirtiéndose así en una solución de cero emisiones.