La Xunta abocó a Alimentos Lácteos al concurso, según los consejeros

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

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Montero y López dicen que cayó porque dejaron de apoyar el proyecto

04 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Alimentos Lácteos se vio abocada a la disolución y al concurso de acreedores a finales del año 2012, cuando la Xunta retiró el apoyo al proyecto. Este es uno de los argumentos que barajan los miembros del consejo de administración de la industria láctea, Eugenio Elisardo Montero y Arcadio López González, en el escrito en el que se oponen a la calificación como culpable del concurso de acreedores. El administrador concursal, a cuya calificación se adhirió el fiscal, le reclama a ambos la cobertura del la totalidad del déficit concursal. El escrito lo firma también Manuel Prieto González, que formó parte del consejo en una etapa.

En el escrito Montero y López hacen referencia a que el informe de calificación del administrador «es esencialmente erróneo». Se basan en que no tiene en cuenta que el negocio de Alimentos Lácteos «solo puede ser valorado en un horizonte mínimo de cinco años, plazo durante el cual el apoyo de la administración resulta imprescindible».

Aseguran que la Xunta impulsó y amparó el proyecto de Alimentos Lácteos «para solventar un problema político, económico y social, que declaró estratégico a efectos de su financiación como de Operación de Especial Interés Socioeconómico para Galicia por la comisión delegada de la Xunta para asuntos económicos. Lo fue en una reunión del 24 de junio del año 2010.

Para las tres personas hacia las que el administrador concursal apunta como responsables de la quiebra de la sociedad, la Xunta «influyó de manera decisiva, por no decir de manera definitiva, en las decisiones adoptadas en su gestión y administración en la medida que los intereses en juego excedían (...) de los meramente mercantiles de una sociedad al uso».

Los miembros del consejo de administración de la sociedad anónima aportan en el escrito su propia versión de cómo se tomó la decisión de adjudicar la planta. Hablan de que «ante la falta de acuerdo entre dos grupos cooperativos para conformar un proyecto único, Feiraco recibe el visto bueno de la Xunta para la compra de la planta, bajo la promesa de ayuda públicas y llega a un acuerdo con Leche Pascual, que finalmente no fructifica». Según esta versión, no lo hizo porque la Xunta decidió a ultima hora «que era mejor opción la del grupo de cooperativas que finalmente formarían el núcleo principal de Alimentos Lácteos, una propuesta que tenía menos viabilidad, pero con la que se comprometía a través de la financiación pública necesaria».

Los gerentes, como testigos

Los miembros del consejo atacan también a los socios cooperativistas y aseguran que tanto ellos como la Xunta, el Igape y Xesgalicia asumieron las cuentas de la compañía y los informes de auditoría en los que se fundamenta la calificación de culpabilidad. Recuerdan que «sostuvieron el proyecto prestando el apoyo financiero hasta finales del 2012, «año en que inopinadamente y sin una causa que lo justificase, se interrumpieron los pagos del último préstamo participativo comprometido y con ello se abocó a la empresa al proceso concursal».

Los miembros del consejo piden que se celebre vista pública para dirimir las responsabilidades del concurso. Proponen como testigos en la vista al primer gerente de la sociedad anónima, Roberto Casas y al segundo y último, Miguel Martín Hernández.

Montero y López califican los argumentos del administrador como «erróneos»

Aseguran que fue la Xunta la que optó por Alimentos, frente a Feiraco