A ellas el corazón, a ellos el pulmón

Suso Varela Pérez
Suso Varela LUGO |

LEMOS

Las enfermedades cardiovasculares se ceban más en las mujeres que en los hombres de Lugo, mientras que los segundos sufren más con los problemas respiratorios

08 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Que la muerte forma parte de nuestras vidas es una evidencia tan clara como que solemos intentar no hablar de este asunto tan peliagudo hasta que lo tenemos que afrontar de manera personal. Lugo, por sus características sociológicas, sabe mucho de la muerte. Contamos con una de las poblaciones más envejecidas de España, hasta el punto de que más de 33.000 lucenses superan los 80 años y alrededor de 150 personas tienen cien o más años.

Los investigadores de la sociología gallega ha analizado el fenómeno de la muerte en Galicia (véanse los libros de Marcial Gondar) y entre las conclusiones destacan que hasta en el peor de los trances, los gallegos nos comportamos de manera muy diferente al resto de pueblos. ¿Pero las causas de la muerte son similares a otros puntos de la Península? El pensador chino Lao Tse decía antes de que naciese Jesucristo: «Diferente en la vida, los hombres son semejantes en la muerte».

Analizando los últimos datos sobre defunciones que aporta el Instituto Nacional de Estadística (INE), del año 2008, el envejecimiento poblacional y las dolencias referidas a problemas respiratorios y cardiovasculares son más acusados en Lugo que en otras provincias. ¿Cómo se explica que lugares tan distantes como Huelva y Albacete, con poblaciones muy superiores a la lucense, tuvieron muchos menos fallecimientos? ¿La dieta mediterránea? ¿Los aires del sur? ¿La calidad de vida? ¿Los hábitos sociales?

Que Lugo tiene una de las poblaciones más envejecidas del mundo ya se sabe. Pero este hecho tiene repercusiones a la hora de afrontar las soluciones sanitarias que se requieren, además de la necesidad de mayores atenciones sociales que en otras partes de la Península. Y este hecho provoca que los fallecimientos sean mayores en proporción a otros puntos.

Mientras Huelva tiene una población de 512.000 habitantes, unos 170.000 más que Lugo, nuestra provincia registró 560 muertes más que la andaluza. Albacete, con unos 60.000 habitantes más que Lugo, tuvo 600 fallecimientos menos que la provincia lucense por enfermedades del sistema circulatorio y 400 menos por tumores malignos.

Habrá algún humorista que dirá que los del sur de España son más divertidos y que la sonrisa en la boca ayuda a vivir más años, frente a la tristeza y melancolía del gallego. El escritor francés del siglo XVII Jean de la Bruyere ya decía: «Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la muerte sin haber reído». Que el gallego sea gracioso o no puede ser discutido; ahora, que vive en una constante fiesta, es una realidad. No hay fin de semana en la que se exalte algún producto gastronómico. Y en el caso de que no hubiese cita festiva, la ferias y mercados tienen suficiente pulpo y churrasco para solucionar la carencia.

Este tipo de dieta tiene luego sus efectos si analizamos los datos de fallecimientos. El mayor número de causas de defunciones en Lugo fueron las relacionadas con las enfermedades del sistema circulatorio: hipertensión, infarto de miocardio, isquémicas del corazón e insuficiencia cardíaca, entre otras.

Lo curioso del caso es que es a la mujeres a las que les falla más el corazón que a los hombres, con hasta 127 muertes más. Los casos de insuficiencia cardíaca y las enfermedades cerebrovasculares y las hipertensivas provocan más muertes entre las lucenses.

¿Dónde está el punto débil de los lucenses? Simplificándolo al máximo: en el tabaco. Solo así se entiende que por problemas en el sistema respiratorio muriesen en Lugo 71 hombres más que mujeres. Especialmente significativo es el dato de los fallecimientos por dolencias crónicas de las vías respiratorios inferiores (excepto del asma), con 77 casos más de hombres que de mujeres en la provincia.

Los lucenses también tienen las de perder en las muertes por accidentes de todo tipo, lo que se define como causas externas de mortalidad, 178 casos en toda la provincia, 76 más en hombres que en mujeres. En este apartado, Lugo lidera el ránking nacional. ¿Tendrá algo que ver nuestra orografía? Sea como fuere, ya lo decía el gran Woody Allen: «No es que tenga miedo a morir, solo quiero no estar allí cuando ocurra».