Una de estas especies humanas extintas fue la del Homo neanderthalensis. Surgió hace aproximadamente 230.000 años y vivió en Europa y Asia hasta hace 28.000 años. Compartían con nosotros un antepasado común, del que evolucionaron en algún lugar situado fuera del continente africano. Hace unos años se consiguió secuenciar su genoma. Al compararlo con el nuestro se descubrió que tenemos muchos genes del neandertal, lo que demuestra que nuestras dos especies se cruzaron. Los hombres de Neandertal tenían estructura social, fabricaban herramientas y usaban el fuego. Este mismo año, gracias a los restos encontrados en varias cuevas españolas, se confirmó que tenían pensamiento simbólico y eran capaces de realizar representaciones artísticas.
Los denisovanos fueron la otra especie humana ya desaparecida que coincidió con neanderthalensis y sapiens. Se llaman así porque los restos fósiles de varios individuos, junto con diferentes objetos y herramientas fabricados por ellos, se desenterraron en la cueva de Denísova, en Siberia. El análisis de su genoma, además de demostrar que se trataba de una especie diferente, desveló que contenía un alto porcentaje de ADN neandertal y que algunos de sus genes todavía sobreviven en pobladores actuales de Asia y Oceanía.