¿Qué está pasando en Kazajistán?

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Antidisturbios se parapetan tras uno de los vehículos incendiados en Almaty.
Antidisturbios se parapetan tras uno de los vehículos incendiados en Almaty. MARIYA GORDEYEVA | Reuters

A la desestabilización del país se suma el pulso entre Rusia y EE.UU.

08 ene 2022 . Actualizado a las 08:57 h.

El hartazgo de los kazajos ante sus pésimas condiciones de vida y un régimen represor que concentra la riqueza del país ha derivado en la mayor revuelta social de la era postsoviética. Una crisis que amenaza con desestabilizar este país de Asia central, del tamaño de Europa occidental y de mayoría musulmana, en el que Rusia y Estados Unidos compiten por su influencia, en pleno pulso con Ucrania.

¿Qué ha provocado las protestas?

El alza del precio del gas licuado, que la mayoría de los kazajos utilizan como combustible en sus vehículos, solo fue el detonante. Detrás de la movilización está el descontento, agravado por la pandemia, que arrastran los kazajos desde hace años por la falta de democracia y la corrupción endémica que hace que la riqueza del país —es la segunda economía del espacio postsoviético gracias a sus grandes reservas de petróleo— esté en manos de la élite política y económica (las tres hijas del expresidente controlan las principales compañías). El salario medio mensual de un kazajo ronda los 500 euros, según los datos oficiales.

¿Cuáles son las demandas de los manifestantes?

A medida que las protestas se intensifican, aumentan las exigencias de los manifestantes. A la bajada del combustibles se añade ahora la demanda de una democracia real. La principal exigencia de los detractores del Gobierno es poner fin al régimen impuesto por Nursultán Nazarbáyev desde su llegada al poder dos años antes de la independencia de la URSS en 1991. Después de tres décadas ganando con casi el cien por cien de los votos en unas elecciones sin los más mínimos estándares democráticos, dimitió en el 2019 como presidente. Esto no ha sido óbice para que siga mandando en la sombra pese a sus 81 años. El actual jefe del Estado, Kasim-Yomart Tokáyev, está considerado su marioneta, mientras prepara a su hija Darigha para sucederle. El partido gubernamental Nur Otan concentra el poder, tras la anulación de la oposición (pese a las protestas de junio del 2019 y enero del 2021) como en otros regímenes postsoviéticos.

¿Qué hace el Gobierno para frenar las protestas?

Como en revueltas similares en regímenes autocráticos, el presidente ha optado por tachar a los manifestantes de «terroristas» (lo que abre la veda a matarlos sin contemplaciones) y vincularlos con actores extranjeros (en esta ocasión con radicales islamistas), además de imponer el estado de emergencia y bloquear Internet. El otro gran movimiento ha sido echar mano de su aliado Vladimir Putin, que no ha tardado en enviar tropas especiales dentro de la «misión de paz» de la OTSC, alianza militar que agrupa a seis antiguas repúblicas soviéticas. Tokáyev solo ha cedido en dos exigencias de los manifestantes: canceló la subida del gas y cesó al Gobierno. También valora la posible disolución del Parlamento, lo que provocaría un adelanto electoral.

¿Qué se juegan Rusia y Estados Unidos?

Kazajistán, que comparte frontera con Rusia y China, era visto hasta ahora como un pilar de estabilidad política y económica. Este es el tercer levantamiento popular en un país alineado con el Kremlin, tras Ucrania (2014) y Bielorrusia (2020). Pero Putin no parece dispuesto a permitir que otra revuelta eche por tierra sus planes de reforzar su poder geopolítico en los países de su esfera de influencia y rebajar el pulso que mantiene con Occidente para frenar su expansión a las fronteras de los países exsoviéticos.

Rusia es el principal socio comercial de Kazajistán, seguida de China, con la que ha reforzado sus vínculos. Pero el país centroasiático también es importante para Estados Unidos. Las compañías petroleras Exxon Mobil y Chevron han invertido decenas de miles de millones de dólares en la región oriental donde comenzaron las protestas.

Los países de la extinta Unión Soviética también observan de cerca las protestas; los eventos en Kazajistán podrían contribuir a animar a las fuerzas opositoras en otros lugares.