¿Por qué Arabia Saudí quería matar a Khashoggi?

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Erdogan asegura que el «salvaje» asesinato fue planificado días antes. Un asistente del príncipe heredero Mohamed bin Salmán habría dado la orden de acabar con él. Tras una acalorada discusión vía Skype, exigió: «Tráeme la cabeza del perro»

24 oct 2018 . Actualizado a las 08:05 h.

Saud al-Qahtani era hasta hace unos días la mano derecha del príncipe heredero de Arabia Saudí. Llevaba años apagando fuegos para la familia real, despejando balones, instructor y alentador de un nutrido ejército de trolls que, leales al régimen, se dedicaban a acosar en redes sociales a críticos como Khashoggi. Apodado el Steve Bannon saudita por su agresivo y descarado manejo de los medios de comunicación, estuvo al frente del brutal interrogatorio al que fue sometido el año pasado el primer ministro libanés por orden de Mohamed bin Salmán: Saad Hariri fue secuestrado, humillado verbalmente, apaleado.

Qahtani es (era) un sirviente fiel a los caprichos reales, tiene formación legislativa y militar, y fue el encargado de enderezar la masiva purga contra la corrupción llevada a cabo en el seno del país hace cerca de un año. Discurrió el arresto de cientos de miembros de la élite -funcionarios, magnate, príncipes- y presionó a los ciudadanos a delatarse los unos a los otros vía Twitter, a publicar nombres se simpatizantes de Catar bajo el hashtag #lalistanegra. Según dos fuentes de inteligencia citadas por Reuters, fue él quien dirigió a través de videoconferencia la ejecución de Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Estambul, asesinato que, según informó este martes Erdogan en el Parlamento tuco, fue planificado con premeditación.

«Fue un salvaje asesinato premeditado»

Jamal Khashoggi acudió a la embajada el pasado 2 de octubre alrededor de las una del mediodía acompañado de su prometida, la turca Hatice Cengiz. Su intención no era otra que la de despachar unos trámites rutinarios previos a su boda que no pudo gestionar la primera vez que fue, cuatro días antes, el 28 de septiembre. Ella se quedó fuera también en esta ocasión, esperándole, pero él no volvió a salir. Dentro, le esperaban 15 agentes sauditas que habían desembarcado en el consulado a cuentagotas, desde el día anterior -tres de ellos llegaron el lunes 1; otros tres, la madrugada del martes; y horas más tarde, nueve más, incluyendo generales-. Estaban comandados por Saud al-Qahtani, que habría conducido cada uno de sus movimientos a través de Skype

A media tarde, tras unas cinco horas sin noticias de Khashoggi, Cengiz alertó a las autoridades turcas de que su prometido no había vuelto a salir del edificio. Unidades de la policía de Estambul pusieron en marcha entonces una investigación que determinó que, efectivamente, según las cámaras de vigilancia del entorno de la zona, Khashoggi no había abandonado el consulado.

Mientras, en el interior, Qahtani y el periodista se habrían enzarzado en una agitada pelea verbal a través de videoconferencia que incluyó insultos en ambas direcciones. En un momento dado, el asesor del heredero de la corona de Arabia Saudí habría exigido la cabeza del periodista, reveló un miembro de la inteligencia turca. «Tráeme la cabeza del perro», dijo. Se desconoce, por ahora, si Qahtani presenció el asesinato; también, si era un mandato que venía directamente desde el trono. Al parecer, la orden de la ejecución quedó grabada en un audio que ahora está en manos de Erdogan. 

A las 18.20 horas de ese mismo martes, 2 de octubre, seis de los 15 saudíes identificados por la inteligencia turca abandonaron el país en un avión privado. Por la noche se fueron otros siete, y uno más salió del consulado por la puerta trasera vestido con la ropa de Khashoggi, gafas y barba postiza. Paseó por las calles de Estambul haciéndose pasar por él y luego dejó Turquía a bordo de un vuelo comercial

Para gestionar públicamente la muerte de Khashoggi y su implicación en tal episodio, MbS hizo caer a Qahtani, lo apartó de su lado, algunas informaciones apuntan incluso que permanece detenido. Pero, ¿qué fue lo que hizo el periodista para «merecer» este desenlace? ¿Por qué tanta inquina por parte de Arabia Saudí?

Jamal Khashoggi (59 años) era un conocido articulista de opinión saudita que, durante un tiempo, comulgó con el régimen, casi un portavoz extraoficial de la familia real de Arabia Saudí. Estudió periodismo en Estados Unidos, adonde acabó regresando tras una activa carrera; no solo en su país de origen, sino también en todo Oriente Medio; no solo en los diarios, también en inteligencia y en despachos como asesor gubernamental. Sus criterios progresistas, su simpatía por la perspectiva occidental y sus críticas a los sectores más conservadores tropezaron con un considerable obstáculo cuando Mohammed bin Salman fue instalado en la línea de salida, suya es la plaza de heredero al trono. No cuajaron periodista y príncipe, controlador exhaustivo, y Khashoggi hizo las maletas y huyó. Desde septiembre del 2014 escribía piezas críticas con el gobierno saudita en The Washington Post, en particular con MbS y su rey, sus pasos -la intervención en Yemen- y sus aliados.

Al menos tres amigos de Khashoggi confesaron a Reuters que el periodista había recibido en Washington múltiples llamadas telefónicas de Qahtani instándole a regresar a Arabia Saudí. Le ofreció incluso trabajo como consultor en la corte real, pero Khashoggi nunca se fió; tenía miedo. Se negó a volver. Así que fue la montaña la que tuvo que moverse, e ir a por él.

¿Y el cuerpo?

Turquía reconoció abiertamente este martes que tenía la certeza de que la muerte de Khashoggi -cometida en este país, pero en territorio saudí- fue un asesinato planificado, premeditado. Aseguró tener pruebas de ello, que todo comenzó a tramarse durante la primera visita del columnista al consulado: un equipo de 15 personas llegó desde Arabia Saudí un día antes del crimen y se dedicó a inspeccionar diferentes localidades de los alrededores de Estambul -en el bosque de Belgrado y en Yalova- para preparar la ejecución. Pero, ¿dónde está el cuerpo? ¿Quién les ayudó a deshacerse de él?

Primero, la prensa turca indicó que los asesinos lo habrían descuartizado y sacado sus restos del país en maletas. Luego se habló de la posibilidad de que el cadáver hubiese sido disuelto con ácido. Una tercera versión señala que el cuerpo sin vida fue enrollado en una alfombra y entregado a un colaborador local. Este martes, los investigadores visitaron un aparcamiento en el que fue encontrado un coche con matrícula del consulado y tres bultos sospechosos en su interior

«Por qué no se permite registrar el consulado de inmediato, por qué no hay un cadáver hasta ahora»

Recep Tayyip Erdogan ha pedido directamente al rey Salmán bin Abdulaziz que revele la identidad del supuesto «colaborador local» que ayudó -según la última versión difundida desde Riad- a las autoridades consulares a esconder el cadáver del periodista. «De quién reciben órdenes esas personas (los 15 agentes que llegaron a Estambul), por qué no se permite registrar el consulado de inmediato, sino días después, por qué se hacen declaraciones insostenibles sobre el asesinato, por qué no hay un cadáver hasta ahora si se ha reconocido la muerte», se preguntó el presidente turco. «Las pruebas indican que Khashoggi fue asesinado de manera salvaje y que el crimen se trató de encubrir», insistió. 

Explicó, además, que el sistema de videovigilancia del edificio diplomático fue desactivado justo antes de la muerte del periodista: «Los saudíes implicados sacaron el disco duro del sistema». «Fue un asesinato político», consideró, y exigió una «comisión de investigación independiente» sobre el caso y que los 18 sospechosos detenidos sean juzgados en Estambul.

Pésame del príncipe saudí a sus familiares

El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, y el príncipe heredero recibieron este martes en el palacio de Al Yamama, en Riad, a los familiares de Khashoggi para transmitirles personalmente sus «condolencias» tras su muerte. 

Salah bin Jamal, hijo del periodista, y Sahl bin Ahmed Khashoggi acogieron con «agradecimiento» sus palabras, informó la agencia oficial SPA.