El club vigués, con Ferreyra de referencia en el dibujo clásico de Coudet, y con Araujo y Murillo recuperados, pretende certificar la permanencia en su visita a Cádiz
18 abr 2021 . Actualizado a las 12:48 h.Aparcada la utopía continental, el Celta se pasa al lado pragmático con la intención de cruzar el Rubicón de los 40 puntos, lo que equivale a la permanencia virtual, un eufemismo del que no se fía Eduardo Coudet pero que tiene aroma a salvoconducto para vivir una décima temporada consecutiva en la élite.
Pasar el Rubicón en el Carranza se antoja una tarea de mucha dificultad. No porque allí perdiera el Barcelona y sufrieran otros grandes, sino por el estilo de juego del equipo amarillo, que cederá el balón y buscará el fallo del rival para apuntarse a una contra ganadora. Porque a favor de obra, Cervera pondría un muro delante de Ledesma y asunto arreglado.
Por eso el Celta debe priorizar la falta de errores por encima de todo lo demás. Sabe que tendrá el balón, que vivirá en campo contrario e incluso que tendrá campo libre hasta el balcón del área rival, pero una vez allí necesitará su mejor ingenio para encontrar grietas entre un encofrado a prueba de diques. El plan de juego de ambos contendientes está claro: el Cádiz se dedicará a defender, aunque actúe de local, y el Celta, a atacar. Cualquier otra opción sería una sorpresa.
Porque en esta ocasión el Cádiz no concederá las licencias de la ida el Balaídos, en donde se animó a un intercambio de golpes del que salió goleado. No solo ha tomado nota, sino que la semana se fue impregnando de un ligero tufo a revancha que terminó con el recordatorio de Álvaro Cervera: el Celta juega bonito pero solo tiene dos puntos más. Ganar de cualquier precio.
De un modo paralelo, en Vigo se fue aclarando el panorama. El martes pintaba un cuadro de emergencia en cuanto a hombres disponibles, pero una vez conocida la convocatoria el sábado, el único que se queda en tierra es Santi Mina. La ausencia del goleador del año 2021 no cambiará la estructura de juego, ya que Facundo Ferreyra, con los huesos propios de la nariz rotos, jugará con una máscara de protección, pero saltará de inicio al campo como nueve de referencia para que Iago Aspas siga teniendo libertad de movimientos.
La principal modificación de los célticos llegará en defensa, ya que Coudet recupera a sus dos centrales titulares (Araujo y Murillo), lo que le permite contar con el cuarteto de zagueros más clásico. Para ellos también será una reválida después de la sangría de goles del pasado lunes. Además, el alta de Solari también aumenta el fondo de armario en una convocatoria en donde no habrá ningún delantero de refresco disponible.
El Cádiz, que también saca la calculadora de la permanencia, no podrá contar con el centrocampista Álex Fernández ni con el defensa Juan Cala. Los dos están fuera de la convocatoria por problemas físicos, y aunque son dos habituales para el técnico nacido en Malabo, los andaluces tiene recambios suficientes.
Con la contienda del Carranza el Celta cierra las citas ante los recién ascendidos y a diferencia de la pasada temporada ninguno consiguió ganarle este curso. Los de Coudet firman 13 de los 15 puntos disputados y solo el Elche, en la ida fue capaz de empatar. Otro aliciente más.