Sáenz y Costas tienen la palabra

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Celta encara la recta final del mercado pendiente de la decisión de los dos centrales y con un delantero, un enganche y un lateral izquierdo como abanico de opciones

03 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las opciones de que el Celta se quede con su plantilla actual son muchas, pero no todas. En un mercado que apenas se ha movido y en donde el dinero escasea más que nunca, y en medio de un control estricto por parte de LaLiga, cualquier opción de refuerzo pasa por que antes se produzca alguna salida.

A falta de tres días para el cierre de la ventana estival, el conjunto vigués está pendiente de Jorge Sáenz y David Costas, que tienen ofertas para salir que no acaban de concretar, mientras que la vía Girona para Juncà quedó descartada. Si finalmente alguno de los centrales se va, el Celta tiene frentes abiertos para incorporar a un delantero centro (el nombre que más ha sonado es el de Carlos Fernández), un enganche o un lateral izquierdo. En esta demarcación existe la posibilidad, aunque remota, de que puedan coincidir tres jugadores específicos.

Con el tope salarial al límite y sin movimientos en un mercado que todavía tiene a medio centenar largo de jugadores pendientes de colocar, el Celta baraja desde hace quince días la opción de cerrar la plantilla con los jugadores que tiene en la actualidad, pero del mismo modo sigue atento a todos los movimientos que pueda deparar el mercado más parado de toda la historia. Salvo el Villarreal, que añadió una partida muy importante en el concepto publicitario y tuvo remanente para fichar, el resto de los conjuntos se encuentran con el control exhaustivo de LaLiga para revisar el tope salarial, que en el caso del conjunto vigués ya fue incrementado hasta los 60 millones (en un principio bajó de 68 a 54).

Esta falta de movimientos en el mercado (habitualmente la cascada comienza por los grandes, pasa por el segundo escalafón y acaba en los conjuntos de mitad de tabla) deja en mínimos las opciones de agitar el zoco antes de las 12 de la noche del 5 de octubre. Cualquier posible movimiento en el Celta pasa por la salida de Sáenz y David Costas, o al menos uno de ellos. El tinerfeño tiene ofertas pero todavía no se ha decidido y Costas tiene opciones de marcharse al extranjero. De salir los dos, el conjunto vigués podría liberar alrededor de medio millón en el tope salarial y eso le permitiría acometer alguna operación de última hora.

En este escenario el fichaje, en calidad de cedido, tendría que ser muy ventajoso para el cuadro vigués, con el club de procedencia asumiendo una parte importante de la ficha, con el Celta pagando el mínimo salarial posible y con variables en función de los objetivos y su rendimiento.

Las posibilidades de refuerzo pasan por un delantero, un enganche o un lateral izquierdo. De hecho, el club tiene frentes abiertos en estas demarcaciones supeditados a las salidas. Por el momento, para la posición de delantero la entidad cuenta con Santi Mina como alternativa a Iago Aspas y el nombre que más ha sonado a lo largo del verano es el del sevillista Carlos Fernández.

Carlos Fernández

El delantero continúa a falta de tres días en Sevilla porque muchos equipos han preguntado por él pero ninguna negociación ha cristalizado. A estas alturas de mercado, el Sevilla podría estar dispuesto a la cesión e incluso a compartir la ficha, pero aun así parece una operación costosa. A Carlos se le cerró la vía del Granada, que después de certificar su presencia en la fase de grupos de la Europa League aumentó los ingresos y pudo cerrar el fichaje de Luis Suárez, el que fuera delantero del Zaragoza la pasada temporada y que también estuvo en la órbita celeste.

Además, el Sevilla a día de hoy tiene pendiente la salida de una decena de jugadores y las horas pasan, lo que obligará a Monchi a hacer movimientos a la carrera.

Lo del lateral izquierdo sería para competir con Olaza y Juncà, cuya salida al Girona está descartada y todo indica que se quedará otra temporada más en Vigo.

La opción de recuperar a Rafinha Alcántara parece inviable del todo salvo giro radical. La ficha del hispanobrasileño es muy elevada y todo indica que tiene tomada la decisión de quedarse en el Barça, ser agente libre el próximo 1 de enero y poder elegir su futuro. El Celta parece muy lejos en estos momentos.