El Gobierno descarta actuar en la A-6 porque asume que caerán más tramos en el viaducto de O Castro

Suso Varela Pérez
suso varela PEDRAFITA DO CEBREIRO / LA VOZ

GALICIA

Alberto López

La ministra de Transportes anuncia en su visita al puente caído que emplearán «todos los recursos materiales y humanos» para solucionar un problema cuyo origen sigue sin conocerse

18 jun 2022 . Actualizado a las 14:39 h.

«Tal y como está ahora el viaducto, ahí no podemos entrar. Vamos a esperar un tiempo para esperar si cae ese vano por su propio peso, y si vemos que se estabiliza y nos hay movimientos, lo desmontaremos». De esta forma gráfica, y con planos en la mano, le expuso el director general de Carreteras, Javier Herrero, a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, la situación en la que se encuentra el viaducto de O Castro de la A-6 en la visita que hizo ayer a esta zona próxima a Pedrafita, 24 horas después de que cayese un segundo vano de este puente. La ministra dejó claro ayer que ya no se marcan plazos de ningún tipo y que priorizarán la seguridad por encima de todo, aunque se emplearán «todos los recursos materiales y humanos» para hallar una solución.

Este nuevo desplome del viaducto en sentido Galicia —de 585 metros distribuidos en 13 vanos de 45 metros cada uno y 12 pilas— ha modificado todos los planes que tenían en marcha los técnicos del ministerio y las empresas de ingeniería que trabajan desde el primer derrumbe del 7 de junio. Hasta tal punto que incluso se llegó a pensar en abrir en verano la plataforma que está en pie, la de sentido Madrid, algo que ahora parece descartado.

El cambio del discurso se debe a que mientras el vano que ha quedado en pie entre los dos desplomados no se caiga o se tire, los técnicos no podrán entrar a valorar cómo están las estructuras y sacar conclusiones sobre qué ocurrió hace diez días en un viaducto que iba a ser abierto al tráfico este verano, una vez que se terminasen las obras de rehabilitación del cableado de las vigas, dañadas por el uso de fundentes.

«Cuando terminamos el trabajo de renovación del pretensado en la viga, estábamos impermeabilizando la plataforma, y hubo un giro en la pila que arrastró el tablero. En cambio, en este segundo derrumbe ocurrió al revés. Pero además de la viga hay otros problemas en la estructura que no podemos identificar y necesitamos saber cuál ha sido el procedimiento de ruptura para valorar qué haremos en el futuro», expuso Javier Herrero, ingeniero del ministerio que supervisó hace más de veinte años esta obra.

«Nunca había pasado esto»

Este alto cargo de Carreteras reconoció que todo el proceso para volver a tener un viaducto seguro en la A-6 durará bastantes meses, pero incidió en que no pueden exponer qué plan de futuro se marca el ministerio hasta que no puedan acceder al terreno y tomar muestras que aclaren qué ocurrió. «Hasta que no podamos analizar testigos de hormigón y cimientos, no podemos tener certezas. Estamos con muchos equipos de trabajo, pero sobre hipótesis, porque esto nunca nos había pasado antes», señaló Herrero, quien dejó claro que el hormigón del viaducto estaba testado, pero que aun así necesitan tomar nuevas muestras del mismo y entrar en la profundidad de las pilas, algunas a más de 15 metros.

«No teníamos certezas de que iba a girar la pila, pero quizás en el trabajo de reforma del cableado, a lo mejor en ese proceso se ha liberado algún problema que tenía la estructura y que no estaba identificado», abundó el director de Carreteras del Estado.

En su exposición de lo ocurrido ante la ministra —que estuvo acompañada por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, así como por las consejeras de infraestructuras de Galicia y Castilla y León y del presidente de la Diputación de Lugo, entre otras autoridades— Herrero incluso no descartó que se llegue a caer un cuarto vano, el siguiente al primero que se cayó. Y reconoció abiertamente a la titular de Transportes «que lo que ha pasado aquí es una situación anómala que nunca nos había pasado antes».

Lo que sucederá en el futuro

Si existen incógnitas sobre qué ocurrió para que se viniesen abajo los tableros del viaducto de O Castro, inaugurado en julio del 2001, sobre qué se hará en el futuro también se abren hipótesis. La ministra de Transportes no quiso adelantar nada hasta que no tengan hechos todos los estudios, destacando que están siendo realizados por «las mejores empresas de ingeniería y especialistas en terrenos y geotecnia, porque serán los técnicos los que dirán qué hay que hacer y qué soluciones se llevarán a cabo».

Herrero fue más explícito: «¿Si esto va para meses? Todo dependerá de lo que veamos oculto, de cómo estén las pilas, los cimientos, si podemos salvar la cimentación, vamos a ser todo lo más rápidos posible para buscar soluciones y para salvar lo que podamos de forma rápida, económica y segura, pero una restauración por supuesto que va a llevar meses». ¿Y habrá que derribar todo el viaducto y construir otro? «No descartamos nada», dijo.

Raquel Sánchez reconoció que el ministerio no está en condiciones de aportar plazos de solución y quiso lanzar en mensaje de tranquilidad sobre la seguridad del resto de los viaductos de la A-6 por los controles e inspecciones que tienen en marcha desde hace años.

Alfonso Rueda reclama alternativas para las empresas afectadas

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, agradeció la visita de la ministra de Transportes, pero a la vez le pidió una reunión para poder abordar las alternativas que ayuden a las empresas que usaban la A-6 para llevar o traer sus productos a Galicia.

«Entendemos que una vez que se produjo este derrumbe, que ha causado alarma entre la ciudadanía, es bueno tomar precauciones, y comprendemos las dificultades técnicas para acceder al terreno, pero necesitamos saber cuanto antes las causas y los plazos de solución, aunque vemos que no van a ser cortos».

Rueda le manifestó a la ministra Raquel Sánchez que, ante este escenario, para la Xunta lo más urgente es buscar alternativas para dar solución a las empresas que están teniendo problemas para sacar de Galicia sus productos y para traerlos a nuestra comunidad. «Existe un enorme problema, porque hay empresas que no pueden mover sus productos por este corte y que hace inviable sus negocios, por ello estaremos atentos y exigentes en este punto».

Sánchez dijo que el Gobierno escuchará a los sectores afectados para buscar soluciones. Ayer, miembros del BNG de Lugo le entregaron una carta pidiendo soluciones.