Los retos del nuevo conselleiro de Sanidade, mucho más que el covid

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

GALICIA

Almuiña y su sucesor en Sanidade, Julio García Comesaña
Almuiña y su sucesor en Sanidade, Julio García Comesaña Xoán A. Soler

García Comesaña debe garantizar que el coronavirus no vuelve a paralizar hospitales y afrontar la reforma de atención primaria

08 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Septiembre avanza y el Servizo Galego de Saúde todavía no ha publicado los datos de las listas de espera de junio. Dicen fuentes sanitarias que el Sergas ha preferido no revelarlos -aunque la ley gallega de garantías sanitarias obliga a hacerlo- porque la pandemia lo ha trastocado todo y las cifras son, obviamente, peores. Puede parecer un detalle menor, pero encierra el gran reto que tiene ante sí el nuevo conselleiro de Sanidade: conseguir que la sanidad gallega afronte el coronavirus pero no con la perspectiva de marzo, cuando la sanidad se paró por completo y los hospitales se vaciaron para centrarse en el covid, sino logrando que funcione de una manera parecida a la normalidad, y al mismo tiempo ejecutar las reformas que están pendientes desde hace años. Feijoo dejó claro el domingo que quiere cambios en el Sergas y en la sanidad gallega. Por tanto, Julio García Comesaña (Vigo, 1968), que es radiofísico, tiene que lograr algo así como la cuadratura del círculo.

CORONAVIRUS

Pruebas, rastreadores y ucis. La epidemia de coronavirus es el mayor reto sanitario de la historia reciente. Galicia necesita cosas concretas. La primera son las pruebas. Se están haciendo más que nunca y esto es fundamental para controlar los casos y evitar que haya más; pero hay laboratorios de microbiología en Galicia que precisan refuerzos.

El siguiente paso es el rastreo. Cuando hay un positivo, es fundamental un seguimiento estrecho para tratar de identificar el origen de cada contagio. Solo así se puede frenar la cadena de transmisión. Los servicios de alertas epidemiológicas de Saúde Pública están saturados y apenas han obtenido refuerzos. La Xunta dice que tiene más de 6.000 rastreadores, pero en esa cifra incluye al personal de atención primaria que, en muchos casos, ni siquiera sabe que ostenta esa condición. Frenar el coronavirus no es fácil, pero sin rastreadores será imposible. Galicia necesita que haya gente que llegue de manera precoz a los contactos de los pacientes para frenar la expansión del virus.

El último paso es el tratamiento. Los planes de contingencia de los hospitales funcionaron bien en la primera ola, pero revelaron falta de espacios y medios en las ucis. Los profesionales y los gestores respondieron y buscaron soluciones creativas para encontrar más recursos. Ahora que ha bajado la presión asistencial en los cuidados críticos probablemente sea un buen momento para reforzarlos, con recursos materiales y humanos, para no tener que improvisar si la epidemia se tuerce.

HOSPITALES

Volver a funcionar. En Galicia sigue habiendo infartos, ictus y cáncer. Cada día alguien necesita una operación a corazón abierto o el trasplante de un órgano. Las resonancias y los tac no se pueden parar. Durante tres meses los hospitales se centraron en el coronavirus porque no podían hacer otra cosa, pero el sistema sanitario no puede pararse de nuevo. Cómo convivir dentro del sistema con el covid, igual que se convive con la gripe sin que se tengan que suspender (demasiadas) operaciones, es un reto mayúsculo. Seguir operando, seguir haciendo consultas, seguir ejecutando pruebas diagnósticas. Y, por lo tanto, intentar bajar las listas de espera, que son el elemento que más mina la confianza en la sanidad pública, porque ante un problema de salud, a nadie le gusta esperar. Además, seguro que las de diciembre sí se publican.

Sigue habiendo infraestructuras pendientes, como la ampliación del hospital de Ourense o los nuevos de A Coruña y Pontevedra.

ATENCIÓN PRIMARIA

Funcionar. La crisis está latente. Los centros de salud llevan años pidiendo reformas a gritos y, de momento, han obtenido muchos informes con posibles cambios. La crisis se agrava con el coronavirus, porque sobre la atención primaria descansa buena parte de la responsabilidad de la detección y control de casos. Su papel será clave durante el invierno, cuando toda la población coge un catarro o una gripe, que tienen síntomas similares a los del covid. No solo. La atención primaria es fundamental para garantizar la detección precoz de enfermedades, el seguimiento de las patologías crónicas y la promoción de la salud.

El nuevo conselleiro es un fanático de la tecnología y de la innovación. Muchos cambios pueden ir incorporando nuevas herramientas, pero conviene no perder de vista la realidad demográfica de Galicia.