Feijoo promete contratos de 1 a 3 años a los mir para intentar zanjar la crisis sanitaria

d. sampedro / e. álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Para los sindicatos, las propuestas del Sergas para frenar los conflictos son tardías e insuficientes

20 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, se plantó este miércoles con todo su Gobierno en el último pleno del año del Parlamento decidido a defender su gestión en el campo de la sanidad ante las críticas crecientes de profesionales y usuarios por el deterioro del sistema. Empezó por reconocer la labor de los trabajadores del Sergas. También admitió que hay dificultades para disponer de más médicos de familia y pediatras o para cubrir bajas. No obstante, intentó recuperar la iniciativa arguyendo que son problemas que se pueden resolver con los compromisos asumidos por Sanidade, como el aplazamiento de la edad de jubilación hasta los 70 años o la oferta, a partir de enero, de «contratos estables de un a tres anos» a los médicos de primaria y pediatras que se formen en Galicia y no tengan plaza fija.

Feijoo, que aseguró que Galicia cuenta con la mejor sanidad de su historia y con uno de los mejores sistema de Europa, reiteró este compromiso en los cara a cara que mantuvo con Ana Pontón y con Luís Villares, líderes del BNG y de En Marea, respectivamente, a cuenta de la situación de la sanidad. La portavoz nacionalista cedió buena parte de su intervención a reproducir las críticas por el exceso de carga laboral en los PAC que hizo el pasado lunes un médico invitado por la oposición a la contracomisión de sanidad. Y Villares dirigió sus dardos a reprochar que la Xunta desviara recursos de la atención primaria a los conciertos con la privada, «que subiron un 3 % dende o 2016», puntualizó.

El jefe del Ejecutivo rebatió las críticas acusando a Pontón de «tensionar, descualificar e politizar» la sanidad pública para desgastar al Gobierno y, aunque admitió problemas para las sustituciones, señaló que «é moi difícil cubrir as baixas cando, nalgún PAC da zona de Vigo, o 17 % dos médicos está de baixa», palabras en las que Pontón vio un intento de «difamar» a los trabajadores.

En lo que atiende a Villares, Feijoo afea la falta de colaboración de algunos alcaldes de las mareas para mejorar la sanidad, y aludió de forma concreta a Ferrol y Cangas, que no conceden permisos o terrenos para ampliar un hospital y un PAC, por lo que pidió a Villares que intervenga ante dichos alcaldes.

El portavoz de En Marea se preguntó si lo que le estaba pidiendo el mandatario autonómico era que llamara por teléfono a un alcalde para agilizar un procedimiento y conceder una licencia, porque «iso ten un nome moi feo no Código Penal». Feijoo, en cambio, negó que eso fuera «tráfico de influencias» y puso en duda que la sanidad sea una prioridad para quienes deniegan licencias al Sergas o defienden la «pseudociencia» contraria a las vacunas, en alusión a la eurodiputada Lídia Senra.

No solucionan los problemas

El anunciado contrato a los médicos que acaban la residencia de familia y que los colegios profesionales reclaman desde hace tiempo no es la solución a los problemas de la atención primaria. Tampoco la creación de seis grupos de trabajo para proponer mejoras. Así lo creen los sindicatos. Porque además los conflictos de la primaria van más allá y afectan también al personal de los puntos de atención continuada, que tras más de dos meses de huelga sigue sin tener propuestas claras. Una de las quejas es que los grupos, mesas o comisiones de trabajo ya existían. CC.OO. afirma que el año pasado se constituyó una comisión técnica para abordar los problemas de los PAC «e foi un fiasco».

Los representantes de los trabajadores reclaman recuperar las gerencias de primaria y que absorba al menos el 25 % del presupuesto total de la sanidad. Comisiones también insta a la Xunta a que cierre el conflicto de los PAC fijando una jornada ordinaria que no supere las 1.451 horas anuales y compensando el trabajo nocturno y en festivos al 100 %.

Para la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia los grupos de trabajo son un paso adelante y lo que buscan coincide con sus demandas. Están satisfechos con el anuncio del contrato estable a los médicos, pero piden «una planificación real de los facultativos de familia y pediatras que se forman para cubrir las necesidades. Hay que solicitar un mayor aumento de plazas mir, porque en los próximos años va a haber un porcentaje de jubilaciones enorme», explica Antonio Otero, secretario de la CESM.

Otero recuerda que el plan de mejora de primaria del bipartito quedó paralizado, por lo que teme que se hagan grupos de trabajo «y todo sean buenas palabras pero después no se tomen medidas concretas». Este sindicato médico no olvida que los PAC son primaria «y necesitan personal, tienen sus reivindicaciones y una fundamental, el cómputo de horas». De momento, apunta, «no se ha concretado nada».

Otero coincide en que es imprescindible que vuelva a darse a la primaria el peso que merece en el sistema sanitario, que «con la nueva estructura de EOXI ha perdido peso y financiación». Por ejemplo, se eliminó la figura del gerente en este nivel. «Y todos los indicadores dicen que la atención primaria es la base del sistema», recuerda.

«No tenemos más remedio que ser escépticos: la consellería lleva años funcionando sin un proyecto»

E. Á.

Desde el primer trimestre del 2017 los colegios médicos de Galicia piden un contrato estable para los médicos de familia que acaban el mir. El Sergas siempre dudó de su encaje legal. Ahora sí se plantea esta medida. ¿Por qué antes no? Para el presidente del Consello Galego de Colexios Médicos, José Luis Jiménez, la respuesta es clara: «Se podría hacer antes perfectamente si hubieran querido, es una cuestión de capacidad de la dirección de recursos humanos. Ahora se le ha dicho: hazlo». Ni esta medida ni la creación de los seis grupos de trabajo para mejorar la atención primaria generan mucha confianza entre los médicos: «No tenemos más remedio que ser escépticos». Y es que, apunta Jiménez, la Consellería lleva años sin una hoja de ruta: «Lleva tiempo funcionando a golpes mediáticos, con situaciones conflictivas que surgen y a las que hay que dar respuesta. Durante estos años no ha habido un proyecto, una priorización clara».

Los colegios dudan de la efectividad de los grupos de trabajo porque en este momento hacen falta decisiones inmediatas, no grupos de diálogo: «Al menos tres ya se habían hecho y se había debatido sobre estos temas», apunta Jiménez. Solo ve pertinente abordar en estas comisiones la reasignación de roles entre profesionales de primaria.

El contrato estable a los médicos de familia está bien, pero, avisa Jiménez, debe concretarse pronto, muy pronto. En mayo finaliza el período de formación de los residentes, y en Galicia hay un centenar de plazas de mir de familia, por lo que no puede perderse este grupo de residentes que podría incorporarse el 1 de junio, explica. Y menos ahora que todas las comunidades se empiezan a poner las pilas, «por lo que puede que haya opas hostiles de unas a otras». Además de estabilidad, Jiménez pide para estos profesionales condiciones laborales similares a las del personal fijo. El gran problema de la atención primaria, explica, y la principal causa del conflicto surgido en los centros de salud de Vigo tiene nombre: «Tiempo». Es decir, hay que dar solución al hecho de que los médicos tengan agendas de 40 o 50 pacientes en una mañana, bien sea con más contratos, bien con reasignación de tareas u organizando las prolongaciones de jornada.