Los desplazamientos hasta el punto de partida para el primer vuelo del día no cuentan como actividad, añade, y si para trabajar es necesario hacer noche fuera «en lugar de cuatro días libres te quedan dos». «O’Leary se cree que solo cuenta el tiempo de vuelo, no tiene en cuenta ni las horas en tierra ni la realización de informes. Se niega a reconocer que la compañía va corta de pilotos, pero no dejan de presionar a los segundos oficiales para que se hagan comandantes, porque no llega con los que hay».
Hasta el 70 % de los pilotos han llegado a ser autónomos en Ryanair, «ahora serán un 40 %». «No queremos huelga, solo que se nos trate con dignidad, porque parte de los 1.200 millones de beneficio del año pasado salieron de nuestro esfuerzo también», concluye el piloto antes de volver a volar.