Las navieras anulan cientos de billetes a Cíes que vendieron de más en la web

L.C. Llera / M. Otero / E. V. Pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN CARLOS GIL

Indignación entre los turistas que planificaron sus viajes reservando los tiques

22 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«¡Estafa, estafa!», irrumpió a gritos la barcelonesa Silvia Ros delante de las taquillas. La sobreventa de billetes por encima del cupo diario permitido para visitar las Cíes (2.200) volvió a dejar en tierra por segundo día consecutivo a cientos de turistas. Este lunes hubo colas de hasta una hora de duración ante las oficinas de las navieras en la estación marítima de Vigo.

Los empleados de Mar de Ons y Nabia informaban a los viajeros de que no podrían embarcar con destino a las islas, a pesar de que muchos de ellos tenían sus billetes comprados por Internet desde hacía semanas. Las empresas les plantearon, como alternativa, viajar a Ons o devolverles el importe del billete (18,50 euros).

Este lunes se vivieron algunos momentos de tensión entre los afectados y los empleados de las navieras. Algunos clientes señalaron que «en ningún momento» les habían puesto sobre aviso de que podrían quedarse en tierra por haberse superado el cupo de visitantes a la joya del Parque Nacional das Illas Atlánticas. Es el caso de dos abogados madrileños que sacaron su billete por Internet el pasado 8 de agosto y lo recogieron en las taquillas el pasado viernes, «sin que nadie avisara de que esto podría pasar». Manifestaron que, además de interponer la correspondiente reclamación en las oficinas de Mar de Ons, estudiarán presentar una denuncia en los juzgados «por si la empresa incurrió en una estafa».

Otro grupo de afectados, tres jóvenes procedentes de Guadalajara, y que también presentaron su reclamación, señalaron que la suspensión de su viaje les había acarreado numerosos inconvenientes. «Venimos de Caldas de Reis, hemos pagado peajes, gasto de gasolina, y ahora llegamos y nos ofrecen ir a Ons, cuando nosotros vinimos para ir a las Cíes», lamentó uno de ellos.

La tensión creciente y el malestar de los viajeros obligó a intervenir, a media mañana, a agentes de la Policía Nacional. «Que os detengan a todos, que os metan en la cárcel», comentaba visiblemente alterado José Carlos Costas, un vigués emigrado hace treinta años a Suiza que ha regresado de vacaciones con la ilusión de «volver a ver el mar después de tanta nieve».

Ni Mar de Ons ni Nabia, las dos principales operadoras señaladas por la sobreventa de billetes y a las que la Xunta ha abierto expedientes sancionadores, quisieron dar este lunes explicaciones oficiales de lo ocurrido. En un comunicado emitido el pasado domingo, la primera se limitó a señalar que estaba «atendiendo» a los viajeros afectados.

Nabia no trasladó este lunes a ningún pasajero a las Cíes. Oficialmente tenía 8 reservas. Mar de Ons sí hizo varios viajes. Ambas, en todo caso, se pasaron buena parte de la mañana anulando billetes que estaban reservados online y devolviendo el dinero a los afectados.

Una trabajadora denuncia en la policía una agresión

Una empleada de Mar de Ons encargada de comunicar a los pasajeros la noticia de que no podían embarcar presentó una denuncia en la comisaría de Taboada Leal por supuesta agresión por parte de un pasajero que, supuestamente, la tocó durante una riña, lo que él niega. Es probable que, a lo largo de los días, más pasajeros acudan a denunciar a la naviera. Aunque la policía las tramita, cree que el asunto tendrá que ir por la vía civil y por Consumo. En el juzgado de guardia de Vigo, no llegaron denuncias durante la mañana.

Una pareja de turistas de Madrid presenta la primera denuncia en comisaría contra la compañía

Dos turistas madrileños, Manuel y Jessica, presentaron este lunes en la comisaría de Vigo una de las primeras denuncias por un supuesto delito de estafa contra la naviera Mar de Ons. Alegan que pagaron 37 euros por dos billetes para visitar las islas Cíes y luego la compañía no les prestó dicho servicio.

La pareja adquirió los pasajes por Internet hace diez días con la idea de embarcar este lunes. Estaban hospedados en Santiago de Compostela y se desplazaron a primera hora de la mañana en coche a Vigo para tomar el barco pero una vez allí, según la denuncia, no pudieron subir a bordo porque la naviera les comunicó que ya no iba a haber más salidas en esa jornada. «Nos proponían llevarnos a Cangas, o a las Ons, nos decían que estaba todo lleno y que había exceso de cupo. Que la solución era poner una hoja de reclamaciones y que se devolvería el dinero, y aún no se ha devuelto», dicen a la salida de la comisaría de López Mora.

Ambos viajeros se sienten estafados debido a la pérdida que les originó el hecho de trasladarse desde Santiago a Vigo y luego no poder ir a las Cíes tal y como tenían planeado. «Madrugamos, pagamos dos peajes, y hemos perdido un día de vacaciones en la comisaría poniendo la denuncia», lamentan.

Quienes imprimieron en papel el pasaje días antes también resultaron afectados. «La naviera vende billetes de forma ilegal porque hemos visto unas entradas sin código QR con las que te dejan pasar igual», dice Jessica.

La policía tiene constancia de una segunda denuncia en la comisaría de Taboada Leal.

Caballero acusa a la Xunta de dañar la candidatura a patrimonio de la humanidad

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, alzó este lunes la voz contra la mala imagen que se proyectó de las Cíes a nivel nacional y teme que todo el trabajo de promoción realizado por el Concello para conseguir que las islas sean patrimonio de la humanidad se vaya al traste. «¿Fue adrede?», se preguntó el regidor, que ve en lo ocurrido una «anticampaña» de la Xunta para perjudicar su candidatura. Aprovechó para exigir explicaciones a Feijoo sobre la gestión de la crisis y añadió a este respecto: «Si no es capaz de ejercer sus competencias en las Cíes, que me las ceda a mí».

El alcalde culpó a la Xunta del exceso de pasajeros registrado en las islas Cíes y acusó al ejecutivo autonómico de no ejercer el control que le corresponde en este archipiélago. «Las navieras muy mal, pero la Xunta no ejerció su obligación, que es controlar, y el domingo se promovió un auténtico caos», denunció. Caballero censuró también el trato dado a los pasajeros que no pudieron desembarcar y que se quedaron «tirados en la ría».

La directora xeral de Patrimonio Natural, Ana María Díaz, apeló a la seguridad para justificar la medida tomada el domingo. La masiva afluencia de personas al archipiélago puede comprometer la integridad de los visitantes y trabajadores al colapsar los sistemas de evacuación y atención en caso de una desgracia. Díaz lamentó los perjuicios causados al pasaje, pero subrayó en que el limite diario tiene razón de ser por la preservación y por la integridad de las personas. «Es absolutamente vital, porque en caso de incidente se puede comprometer la seguridad», insistió.