El ADIF achaca ahora a Renfe el retraso en el arreglo del ERTMS en el Alvia

Carlos Punzón
C. Punzón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La instrucción desvela que el sistema de supervisión continuo se activó cuatro veces en noviembre sin permiso

17 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La instrucción del accidente ferroviario de Angrois revela las tensiones que desde el siniestro se han originado entre Renfe y el ADIF en un caso en el que se prevén millonarias indemnizaciones a las víctimas y sus familiares.

En un escrito dirigido al juez por el actual director de Mantenimiento y Explotación del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Alfonso Ochoa, el alto cargo de la empresa pública revela que Renfe había manifestado su voluntad de subsanar la avería en el ERTMS del Alvia híbrido antes de que transcurriese un mes de su desconexión del tren. Dicha inhabilitación se produjo siete días después de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, inaugurase el tren mixto diésel-eléctrico el 17 de junio del 2012, tras producirse dos fallos de comunicación entre el ERTMS embarcado en el ferrocarril y el mismo programa ubicado en la vía, según consta en el sumario.

La petición de desconexión fue concedida el mismo día de su petición (el ADIF contradice en este punto al juez y señala que pasaron dos jornadas), lo que para las asociaciones de las víctimas es una muestra clara de que se llevó a cabo sin una evaluación de riesgos detallada.

En la carta remitida al juez por el responsable de mantenimiento del ADIF se constata que «no se generó ningún documento relativo a este asunto [la desconexión]», excepto la comunicación por correo electrónico del director de Seguridad en la Circulación de su misma empresa, Andrés Cortabitarte, a cuatro cargos del mismo ADIF y Renfe.

Sin autorización

Pero si la contestación desde el administrador ferroviario desvela que «se preveía un plazo inferior a un mes para subsanar las deficiencias detectadas» -casi dos años después sigue sin operar el ERTMS en el Alvia híbrido- también revela que el ADIF desconoce por qué se volvió a activar dicho sistema de supervisión hasta en cuatro días de noviembre del 2012. Es decir, el ERTMS embarcado funcionó cinco meses después de haber sido desconectado y sin el permiso del responsable de la vía.

La tensión entre las dos empresas públicas se puso ayer de manifiesto también en el recurso presentado por el ADIF contra la imputación de sus exaltos cargos. Al tratar de contrarrestar los informes de los peritos aportados a la investigación, el abogado del Estado que confecciona el recurso advierte que tanto el perito designado por la defensa del maquinista, como el elegido por la compañía aseguradora contratada por Renfe «tienen un lógico interés en compartir con otros sujetos sus eventuales responsabilidades de todo orden».

Afea además el ADIF la decisión del juez de realizar imputaciones solo con informes periciales preliminares y sin el dictamen de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios.