Firmas como la asturiana o el Corte Inglés meditan entrar en el negocio ferroviario, pero está por ver si Galicia se beneficiará de la competencia
22 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Nada será igual a partir del 31 de julio del año que viene en el negocio ferroviario. Quienes solo conocieron a Renfe como única operadora ferroviaria de viajeros en España mirarán en unos años a esta compañía como ahora se recuerda a Iberia cuando esta empresa monopolizaba el transporte aéreo. El Gobierno de Rajoy ha puesto finalmente una fecha para la liberalización del transporte ferroviario y numerosas empresas españolas y extranjeras se preparan para optar a la explotación de los servicios de viajeros, una vez que las mercancías ya se liberalizaran en el 2005. ¿Como afectará este nuevo escenario a los usuarios gallegos?
Alta velocidad
Las nuevas compañías irán al negocio seguro. Expertos como Xosé Carlos Fernández consideran que las compañías privadas que quieran obtener la licencia de operadora ferroviaria irán «a donde está el negocio seguro», esto es, a la alta velocidad. Galicia solo tiene en la actualidad una línea de media distancia con estas prestaciones, entre Santiago y Ourense, con unas tarifas muy altas y con posibilidad de establecer nuevos surcos para que una empresa pueda hacer competencia a Renfe y bajar los precios. Pero hay que ser realistas. La conexión por alta velocidad con el resto de España no estará lista como mínimo hasta el 2018 y las empresas optarán a explotar en un primer momento las líneas que ya son rentables para Renfe: las que unen Madrid con Barcelona, Sevilla, Málaga y Valencia. La de Valladolid, en principio, es deficitaria. Otro experto, Luis Baamonde, cree que las empresas solo se interesarán por la larga distancia y por trayectos poco atendidos como Galicia-Valencia o Andalucía. «Tienen que buscar los filones que Renfe no explora», asegura.
Eje atlántico
La joya de la corona que Renfe asegura no rentabilizar. También estará en marcha en el 2014 el eje atlántico, la línea que más ingresos proporciona en la actualidad a Renfe en Galicia, con 2.689.477 viajeros en el 2011. Aunque todo el mundo suponía que era rentable -tiene incluso 800.000 pasajeros más al año que el AVE Madrid-Valencia, que sobre el papel sí tiene ganancias-, la operadora pública remitió recientemente unos datos al Congreso que revelaban que en el eje atlántico apenas se cubrió el 63,8 % de los gastos de explotación en el 2011. Aunque probablemente este hecho se deba a que en el 2009 renovó toda la flota de trenes en esta conexión y ahora está amortizándola. En cualquier caso, sería una de las líneas que podría colmar las expectativas de una empresa privada en el ámbito ferroviario. La doble vía permitiría establecer múltiples surcos para que una firma, por ejemplo, se especialice en frecuencias directas sin paradas intermedias entre Vigo, Santiago y A Coruña. Y los viajeros comprobarían sin duda que los precios de los billetes se reducen por la entrada de competencia, como sucedió hace años en el transporte aéreo.
Empresas
Firmas ya arraigadas en Galicia podrían optar a explotar líneas o servicios. Hace unos días, el presidente del Grupo Alsa, José Cosmen Adelaida, mostró el interés de la empresa asturiana por entrar en el negocio ferroviario. Esta firma especializada en el transporte por carretera ya tiene experiencia en el ámbito ferroviario y cuenta con una amplia implantación en Galicia, por lo que no sería de extrañar que optara a concursos para operar trenes en la comunidad gallega aprovechando su implantación en el noroeste español. Alsa está integrada en el grupo británico de transporte National Express, que explota en el Reino Unido la línea ferroviaria a Gatwick y la Midland Mainline. A esta experiencia de sus socios hay que añadir que la firma española creó hace doce años una filial ferroviaria -Alsa Rail- con la que participó en varios proyectos ferroviarios urbanos y que está autorizada a operar con trenes convencionales. En la actualidad gestiona el funicular de Bulnes, en Asturias.
Arriva, también arraigada en Galicia en el transporte de viajeros por carretera, sería otra candidata a tener en cuenta. En el Reino Unido ya cuenta con experiencia como operadora ferroviaria (en Gales, por ejemplo, un país periférico como Galicia) y recientemente fue adquirida por la ferroviaria alemana Deutsche Bahn. En el sector se da por seguro el interés de firmas ajenas al mundo del transporte como El Corte Inglés, también fundada por asturianos. Pero también se habla de Virgin, Globalia o empresas de obra pública.
El modelo
Competencia en la misma línea o adjudicación de líneas completas. Queda por ver cuál será el modelo de liberalización por el que optará el Ejecutivo de Rajoy. Los expertos apuestan más por el modelo de competencia múltiple en la misma línea -similar al que inauguró Italia hace unos meses- por ser «más beneficiosa para el usuario», dice Xosé Carlos Fernández. Luis Baamonde también prefiere este modelo «para explotar toda la capacidad de la conexión», pues con la tecnología actual los trenes pueden salir con intervalos de solo tres minutos. La alternativa es el modelo inglés, que adjudica cada línea a una única compañía con la mejor oferta. Estas empresas podrán comprar o alquilar el material ferroviario a una empresa de Renfe que se creará en breve y que dará salida a los trenes que no utiliza.