El AVE gallego ya tiene en pie su obra más emblemática

GALICIA

11 ene 2008 . Actualizado a las 10:12 h.

El ferrocarril gallego de alta velocidad sigue careciendo de plazos fiables sobre su puesta en servicio, pero al menos ya tiene en pie la que será su obra más emblemática. Se trata de un viaducto de 1.224 metros de longitud que comunica el término de Santiago con el municipio vecino de Boqueixón, en el tramo que continúa el que está afectado por la mina de Serrabal, que paradójicamente construye una compañía, OHL, propiedad del mismo empresario que explota la cantera, Juan Miguel Villar Mir.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha concluido ya el proceso de abatimiento de los dos semiarcos que conforman la parte central del viaducto, una operación compleja cuya ejecución se ha visto favorecida por la ausencia de lluvias del pasado otoño. El proyecto constructivo tiene como una de sus principales singularidades que reproduce el utilizado en el viaducto de Arroyo del Valle, en el municipio madrileño de Soto del Real. Aquella infraestructura, del tramo inicial de la línea Madrid-Valladolid, tiene una longitud algo mayor que el paso elevado de Boqueixón, 1.755 metros, y cuenta con 27 vanos y una altura máxima en los pilares de 80 metros. El arco ojival que ocupa la parte central tiene 120 metros de luz.

El ADIF informó ayer, un día antes de la visita de la ministra de Fomento al trazado del eje atlántico, de la conclusión de la parte más compleja de la obras del viaducto gallego, en el que ahora se construye la clave que enlazará los arcos con la parte superior.