El Gobierno senegalés no busca un acuerdo de pesca al uso; esto es, capturas a cambio de compensación económica. Ambiciona un pacto de desarrollo que le permita potenciar su sector extractivo y consolidar un tejido industrial, además de los 48 millones de euros (8.000 millones de pesetas) que la Unión Europea se ha ofrecido a pagar por el acceso a sus caladeros. La actuación de Senegal también está condicionada por las reivindicaciones de su sector y las recomendaciones de la comisión de cooperación pesquera en la que, además de este país, participan Guinea, Guinea Bissau, Gambia, Mauritania y Cabo Verde. Estos estados acordaron en su día aumentar la protección de su litoral y restringir el acceso de los buques comunitarios a parte de sus aguas. Alternativa a Marruecos Con este panorama, fuentes del Ejecutivo español manifestaron que se sentirían más que satisfechos si en las negociaciones se consigue un pequeño aumento de las capturas en los bancos senegaleses para recolocar algunos buques que permanecen inactivos desde que expiró el convenio con Marruecos, hace ya más de dos años.