Cada vez más diva, más divina y lenguaraz, la reina del rap español regresa a Galicia para actuar el lunes en el Underfest, en Vigo
08 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Mala era el caparazón de María. Pero no fue capaz de protegerla del todo y María sucumbió. Se rehízo, por supuesto. ¡Y de qué manera! Lo cuenta (casi) todo en su libro Como ser Mala (Temas de Hoy, 2021). Y lo canta en Lujo Ibérico Unplugged, el concierto con el que llega al Underfest de Vigo, y en el que revisita en clave acústica su primer y mítico disco, editado en el 2000.
—¿Cómo ha sido el reencuentro con «Lujo ibérico», que has redescubierto en esas canciones y que has descubierto en ti?
—Me emociono mucho cantando esas canciones. Me siento súper representada y siento que es bonito haber hecho eso con 19 o 20 años y seguirme sintiendo unida a ello ahora que ya tengo 42. A veces escucho a cantantes que dicen que odian sus primeras canciones o que están hartos de sus éxitos. Yo no. Yo siempre he ido de la mano con todo que he ido haciendo. No he renegado de nada porque todo me ha llevado a crecer como artista y como persona y a estar donde hoy estoy.
—¿Te sientes cómoda en la escena y en la industria musical actual?
—Me siento cómoda en cualquier sitio porque lo que hago es buscar cada día cosas que a mí me hagan feliz, esos pequeños momentos que me den la fuerza y el ánimo para estar bien yo. Y cuando yo estoy bien, a mi alrededor todo lo veo bonito.
—Siempre has conectado muy bien con las tendencias que han ido llegando. ¿Te sientes más cerca de las nuevas generaciones que de la tuya propia?
—En muchos aspectos sí. Pero también tiene que ver con que yo tuve una infancia bastante peculiar. Yo me crié con una madre soltera muy, muy joven, con un tío colombiano, rodeada siempre de muchas mujeres... Mis vivencias y mi educación fueron muy distintas a las de las niñas de mi generación. Pero bueno, me siguen gustando más los dibujitos de los 80, tipo Los Caballeros del Zodíaco, que los de ahora. Xena, la princesa guerrera, es lo más.
—¿Por qué has escrito «Cómo ser Mala»?
—Me lo tomé como una oportunidad de hacer un ejercicio literario autobiográfico a partir del recurso del diario escrito en primera persona. Para darle es punto morboso, para que quien abra el libro sienta que está leyendo mi diario. Y cuento lo más loco: anécdotas, aventuras... Es como un viaje a través de mi música y mis discos para que el lector conozca a la persona que hay detrás del personaje. Yo siempre he sido muy cortada, muy recelosa de la intimidad y nunca me he dejado ver mucho. Pero ahora ya no, ahora ya me da igual y sentía que me merecía acercarme al público.
—¿Qué es el «feminismo cinético»?
—Cuando tú ves que se va a caer algo y lo coges.
—¿Perdón?
—Es no hablar y hablar de que lo voy a coger, de que en el caso de que se cayera yo lo cogería... No, eso no es. Es hacer las cosas, vamos! Apoyar a las mujeres que están en una situación de desigualdad. Yo soy una practicante de eso. No de boquilla. Que hoy parece que solo las mujeres blancas burguesas pueden ser feministas. Y mira que yo he sido una radical obcecada. Pero es que cuando una es joven es muy nazi y muy egoísta. Con el tiempo aprendes a mirar a los lados y te das cuenta de que no estás sola en el universo, que hay muchas realidades y muchas situaciones diferentes y que aunque a veces no las entendamos, entre nosotras nos tenemos que apoyar.
—Has ganado dos Grammys Latinos, un premio MTV... Sin embargo, aseguras que no te reconciliaste con España hasta que en el 2019 te dieron el premio Nacional de las Músicas.
—Sí, es que fue así. Ese premio fue como si esa abuela antipática que tiene alguna gente me viniese a dar un abrazo. Fue una pasada, en serio. No me lo esperaba. Me puse a llorar. Pero porque yo ya daba por hecho que lo que yo hacía no era considerado como buena música, era como un aborto. Yo siempre he dicho que yo hago música bastarda. Y de repente que se me reconociese fue muy bonito.
—En el libro dices que en el rap «hay que tener estilo y cojones». ¿Lo echas en falta hoy?
—Qué va. Yo los tengo.
—Tu sí, pero ¿los tienen también en los demás?
—Sí, sí. A mí me encanta la escena actual del rap. Hay mucha gente muy talentosa, con mucho flow y que tira versos contundentes. Sí que es verdad que hay una corriente más comercial que hace mucho ruido y que parece que lo llena todo, pero detrás de eso hay muchas cosas muy buenas.
—Parafraseando el título de tu primer disco, ¿eres un «lujo ibérico»?
—Hombre, claro, tío. (Se ríe) A ver... Llevo con el cinturón de campeona 20 años.
—¿Te consideras una provocadora?
—Sí, a mí me encanta. Mis amigas me dicen «como te gusta provocar» y yo digo «sí». A mí de los chats del WhatsApp me echan siempre. O pongo una frase que no toca o un vídeo que no está bien visto... La lío, tío, la lío y siempre acaban eliminándome del grupo.
—Siempre te quedará Instagram.
—¡Ay, sí! Mi Instagram es lo más loco y divertido que hay en España. Y si alguien no se ríe, pues mira, peor para ellos. Yo solo quiero transmitir amor, buena onda y cero complejos.
—El pasado mes de agosto hiciste el Camino de Santiago a pie desde O Cebreiro, ¿cómo fue la experiencia?
—Yo amo Galicia y cada vez que voy me gusta conocerla un poco más y descubrir sitios nuevos. Esta vez he tenido la oportunidad de recorrerla caminando y ha sido una experiencia muy linda que pienso volver a repetir. Ha sido el plan perfecto para mis vacaciones, sin duda alguna.
VIGO TEATRO AFUNDACIÓN LUNES, 20.30 21,60 EUROS