-¿En qué te has inspirado para escribir esos textos tan ingeniosos?
-El libro es un poco autobiográfico. Me inspiré en mí, no tanto en la actualidad, pero sí en el pasado y luego también en mi entorno, en mis amigos. Después, en cuanto a otros ilustradores, me encanta Roberta Vázquez, su humor que es un poco negro y muy de reírse de uno mismo.
-Hablas de amor, ¿has tenido muchos desengaños?
-No, la verdad. Como todos he tenido alguno, creo que solo una vez sufrí por amor. Más bien me baso en el daño que yo haya podido hacer a otros y que ahora, años después, entiendo y explico para que otros lo puedan evitar.
-Dices que para ti las relaciones tendrían que ser como el faro de Eddyston, ¿cómo se sabe?
-Si se empieza por el tejado, como las casas, o si desde el principio hay problemas es una señal de que la cosa no funciona. Está bien un poco de drama, pero lo normal no es sufrir hasta el final, que es lo que vemos en las pelis americanas.
-También está muy presente la música, ¿influye en las relaciones?
-Para mí, muchísimo. Puede ser que porque a mí me gusta una música difícil de escuchar, el metal, y en mi caso mi novio y yo vamos mucho a festivales por ahí, entonces es algo importante.
-El libro se llama «No me regales bombones». ¿Qué haces si te llevan chocolates?
-¡Me los como, claro! El título va un poco en ese tono de humor del libro sobre el amor romántico que nos han vendido.
-A ti, ¿cómo se te conquista?
-A mí se me conquista haciéndome reír y sobre todo compartiendo aficiones.
-Una de las frases de tu libro es que quererse a una misma es antisistema, ¿por qué lo dices?
-Sí, porque vivimos en una sociedad muy superficial y materialista y si necesitas gastarte 200 euros en el Sephora en maquillaje o en ropa es porque no te quieres a ti misma y necesitas todo eso para estar a gusto. Está bien que una se arregle, pero hay que quererse a una misma con o sin maquillaje y diferenciar el punto en el que una lo hace por los demás o por sí misma es una línea muy difusa.
-En esa línea está la de tener novio.
-También. Está bien tener novio, pero no puede condicionarte. Uno tiene que tener su vida independientemente de eso.
«No me regales bombones»
Le Petit Patito
EDITORIAL PLAN B PÁGINAS 144 PRECIO 15,90 EUROS