La empresa se lo comunicó ayer a los representantes de la plantilla
02 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Tablicia formalizó ayer por la mañana la presentación del concurso de acreedores en el Juzgado Mercantil y por la tarde se lo comunicó a los representantes de la plantilla, en una reunión en la que les entregó la documentación que aportó en la instancia judicial. A la reunión asistieron el director general de la maderera, Ernesto Jarabo y el abogado especializado en Derecho Mercantil que contrató hace unas semanas, Juan Carlos Rodríguez Maseda.
La empresa sostiene que la presentación del concurso, después de varios meses en preconcurso, obedece a que no recibieron ninguna respuesta de las entidades financieras a las que solicitaron avales para poder continuar funcionando, según señaló Carlos García, responsable de MCA-UGT. Pese a ello, insistieron en que se trata de un concurso de viabilidad.
Interpanel la maderera de Benavente, en Zamora, que pertenece al mismo grupo, no presentó todavía el concurso. Según explicó Jarabo, van a dar algo más de tiempo antes de recurrir a esta vía para tratar de llegar a un acuerdo que garantice la obtención de liquidez para volver a poner en marcha la planta. De hecho en los planes de la maderera figura recuperar la actividad en Zamora antes que en Lugo, que en los últimos encuentros con los sindicatos pospusieron para el mes de diciembre.
Tablicia y los representantes de la plantilla iniciaron ayer las negociaciones de un nuevo ERE, dado que buena parte de los trabajadores están a punto de agotar los días acordados hace unos meses. Las conversaciones continuarán hoy. García apuntó que los trabajadores están a favor de un nuevo expediente, en el caso de que este sea por seis meses y en las mismas condiciones que el anterior.
Con el concurso de acreedores en marcha el escenario en Tablicia es ahora bastante diferente porque no se descarta la liquidación. El Mercantil tendrá que nombrar administradores judiciales de cara a la aprobación de un convenio con los acreedores con una quita y una espera. Esta posibilidad la planteó la empresa en el preconcurso y si bien encontró apoyos entre sus proveedores, transportistas y otros colectivos a los que debe dinero, no consiguió que las entidades financieras se sumaran al mismo carro.