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Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

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El castro de Subidá, con las vistas sobre Marín y la ría de Pontevedra
El castro de Subidá, con las vistas sobre Marín y la ría de Pontevedra MARCOS GAGO

La excavación de uno de los cinco vertederos del castro de Subidá revela una dieta de marisco, carne y cereales, con algún lujo del exterior

31 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Aún no se habían inventado los restaurantes de tres tenedores, ni la Guía Michelín, pero los primeros marinenses ya comían marisco y pescado de las rías. Los resultados de la excavación de uno de los cuncheiros -vertederos antiguos- del castro marinense de Subidá, en Mogor, dan una idea aproximada de lo que aquellos morracenses prehistóricos se ponían en el plato. La investigación, dirigida por el arqueólogo Juan Castro el año pasado, refleja una carta más variada de lo que en principio se podría sospechar para una aldea habitada entre finales del siglo I antes de Cristo y principios de nuestra era.

Los arqueólogos del yacimiento explican que «o máis salientable» es su «aproveitamento intensivo dos recursos mariños». Hace dos mil años, cuando el castro estaba habitado, los restos no perecederos se fueron acumulando día tras día en las proximidades de las viviendas, formando los cuncheiros, así conocidos porque suelen conservar multitud de conchas, como es el caso en Marín. Ahora, dos milenios más tarde, ofrecen una información detallada de la comida castreña.

En el ámbito de los moluscos, los primeros marinenses tenían toda una carta que haría las delicias de cualquier comensal en la actualidad. En Subidá hay conchas de mejillón, almeja y caramuxo. Estos antiguos morracenses tuvieron la ocasión de degustar un producto que hoy por hoy es inconcebible en la ría. Se trata de ostras gallegas, esa variedad que desapareció en el siglo XX y de la que en Marín solo queda otro recuerdo: su uso como parte de la argamasa que unía los cimientos de las casas en A Banda do Río. En la lista castreña hay otro molusco que se cayó de los menús modernos, las lapas.

En cuanto a los pescados, la preservación de espinas en el cuncheiro es escasa. Sí está constatada la pesca como un recurso común. En la excavación del 2011 se encontraron bastantes pesos para redes. Cabe destacar que la ría se convirtió en centro de exportación de sardinas en salazón en época romana.

Las carnes estaban representadas en la dieta. En Subidá se han identificado huesos de vaca, cabra, ovejas y cerdos, con lo que también se proveían de leche, queso y unto. Los restos de molinos de mano revelan la importancia de los cereales en el consumo cotidiano -trigo, cebada y avena-.

En esta lista de la compra prehistórica, por así decirlo, no faltan artículos que podríamos considerar de importación o de lujo, como demuestran los restos de ánforas romanas. Los arqueólogos piensan que en estos contenedores antiguos se transportaron hasta Mogor vino y aceite de regiones lejanas.