«El precio del marisco está por los suelos, no hay quien lo compre»

Soledad Antón García
Soledad Antón VIGO / LA VOZ

FIRMAS

Oscar Vazquez

Afirma que están vendiendo el marisco a precios de hace 25 años

12 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La libreta de navegación de Julio Alonso dice que lleva 40 años enrolado. Era un niño cuando su padre lo incorporó a la tripulación del Carolo. Durante este tiempo lo ha vivido casi todo en el mar: participó en varios salvamentos, él mismo y sus tripulantes necesitaron ser rescatados, fue uno de tantos activos en la lucha contra el chapapote del Prestige... Podría parecer que está preparado para todo y, sin embargo, igual que el resto de los compañeros de la Cofradía de Pescadores de Vigo, que preside, está acusando el golpe de la crisis, unido al que propician normativas que, dice, «no tienen pies ni cabeza».

-¿Por ejemplo?

-Pues que la eslora determine si un barco es artesanal o no. ¿Qué más da que tenga 10 que 18 metros, si uno y otro usan el mismo aparejo y trabajan de la misma forma? Ahora resulta que se penaliza al armador que por comodidad, por seguridad, por dar a los marineros unos servicios mínimos de camarote y comedor, se empeñó y compró un barco más grande. Antes era artesano y ahora ya no lo es. Hay cosas que no tienen sentido.

-¿Es ese el problema más serio que tienen?

-En realidad, los peores son la falta de liquidez de las cofradías y el precio del pescado, sobre todo del marisco, que está por los suelos porque no hay quien lo compre. Se están llenando los mercados con percebe marroquí a ocho o diez euros el kilo y con eso no podemos competir, pese a que los precios han bajado al nivel de hace 25 años. Lo peor de todo es que antes trabajabas cuatro o cinco días a la semana y ahora no se trabajan más de dos porque no hay compradores.

-¿Y el furtivismo?

-Es otro problema. Cada vez más gente sin trabajo se está dedicando a mariscar, pero les explicas que están haciendo algo prohibido y te contestan que tienen hijos. Te dicen: «Tome usted mi DNI y métame en la cárcel o deme de comer». Y ¿qué haces? Las autoridades también se ven desbordadas. Luego hay un montón de jubilados que van al mar por afición. La pesca deportiva está bien los fines de semana, pero hay cosas que habría que erradicar. No es normal que nos encontremos con embarcaciones deportivas lunes, martes, miércoles, jueves, viernes... Capturan sus cuatro pulpos, su par de lubinas... Al final pescan tanto o más que nosotros y nadie sabe adónde va a parar esa pesca.

-¿Se han planteado realizar tareas de vigilancia?

-Los percebeiros montamos guardias los fines de semana, e incluso cuando el mar está muy bueno se va de noche, pero a costa de nuestro tiempo libre, porque para la cofradía es inviable poner vigilancia y en la consellería no hay un duro para nada. Es una coyuntura que los furtivos aprovechan, de hecho nunca hubo tantas lanchas de ranas [pesca submarina].

-¿Está siendo un buen año para algo?

-Para la prima de riesgo, para todo lo demás es malo. Pulpo hay poco y somos muchos. Al fallar unas pesquerías nos vamos todos a otras, así es que llegas al mar y todo son boyas y barcos. No sabes dónde largar el aparejo. Para completar el panorama, tenemos que ver cómo pasan delante de nuestras narices bancos de pesca a los que no podemos acceder. Somos el país europeo que más flota tiene, pero la cuota de pesca que se nos dio hace 30 años cuando entramos en la UE es equivalente a la Dinamarca o Luxemburgo y ahí seguimos. Tenemos que ver cómo pasa la xarda en ruta camino del norte sin poder pescarla para que luego la pesquen los noruegos. Lo que pasa por tu casa es tuyo.

-Usted tiene una teoría sobre la escasez de algunas especies.

-No sé si es la buena, pero ya lo dije en su día, el vertido de petróleo de hace dos años en el golfo de México no fue inocuo. ¿Adonde fueron a parar tantísimas toneladas de dispersantes prohibidos como se tiraron al mar? Pues a la columna de agua. Nadie se preocupó por saber las secuelas. Seguro que todos esos agentes químicos mataron fitoplancton y alevines que llegaban hasta nosotros a través de las corrientes del golfo. Creo que parte de la pesquería que falta puede ser de ahí.

-¿El plan de usos del parque nacional de las Illas Atlánticas podría suponer otro revés?

-Las restricciones que contempla para una serie de zonas son inviables para los marineros, porque es en el entorno del parque donde se captura el 80 % de la pesca artesanal de las Rías Baixas. Si nos sacan eso, que nos paguen el barco y nos manden para casa. No somos nosotros los que esquilmamos el mar.