La reserva natural de As Cabazas

FERROL

CESAR TOIMIL

Los montes comunales de Covas y Esmelle tienen zonas acotadas para salvaguardar dos especies de aves y otras dos de plantas que están en peligro de extinción

03 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los montes vecinales de mano común de As Cabazas, gestionado por los comuneros de Covas y Esmelle, constituyen una pequeña reserva natural para determinadas especies de la flora y la fauna que están protegidas por su riesgo de desaparición. De ahí que la explotación de ese espacio, en el que a través de un proyecto de ordenación en vigor desde el año 2013 se pretende potenciar el uso forestal del monte, se vea limitada por su uso prioritario de un marcado carácter protector.

El citado proyecto destina gran parte de las 52,7 hectáreas de superficie de As Cabazas a la preservación de especies en peligro de extinción. Es el caso del escribano palustre, un ave de las más raras y amenazadas, que ha visto peligrar sus poblaciones hasta niveles preocupantes en los últimos tiempos. El descenso de estos ejemplares está relacionado con la desaparición o alteración de los humedales.

En As Cabazas también anida el alcaraván común, un ave esteparia que ocupa hábitats abiertos y cuya pervivencia también está en riesgo.

Estas dos especies de aves tienen su espacio reservado en el denominado cuartel B, en el que anidan y que ocupa 16,18 hectáreas del monte vecinal, cuyo objetivo primordial es la protección, de ahí que en épocas de cría ni siquiera se pueda desbrozar la zona con medios mecánicos.

En cuanto a la flora, las especies que gozan de protección en los montes comunales de Covas y Esmelle son la camariña y la Omphalodes littoralis gallaecica. La primera de ellas es una planta endémica de la costa atlántica ibérica, que en el pasado ocupaba casi todo el litoral gallego. En la actualidad, el límite norte de su distribución mundial se sitúa en la playa de O Rodo, en Pantín, con algunos ejemplares en los montes de As Cabazas. La regresión de la camariña se debe a las manipulaciones de las dunas, su utilización para hacer escobas y el exceso de recolecta de sus bayas, que son muy refrescantes. Hoy en día, los principales riesgos que corre esta especie son la sobreexplotación de su hábitat natural y la invasión de otros organismos vegetales como las acacias y la uña de león.

Por su parte, la Omphalodes littpralis gallaecica ya solo pervive en algunos sistemas dunares bien conservados. En la actualidad solo se puede encontrar en los montes comunales de Covas y Esmelle, en la zona noroccidental de la Costa da Morte y en un pequeño enclave en la península de Barbanza.

Ambas especies ocupan el cuartel C del monte, de 2,76 hectáreas de cabida, en las que no se puede realizar ninguna intervención que pueda afectar a las plantas.