«Pola cara» en Fene

Juana P. Luna FENE/ LA VOZ

FERROL

Escultura de Marín.
Escultura de Marín. j.p.l< / span>

08 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Con motivo de la celebración del XXX aniversario del Museo del Humor, éste junto con la Concellería de Cultura de Fene han organizado, entre otros actos, la exposición Pola cara, consistente en 61 caricaturas realizadas por 53 dibujantes tanto locales como nacionales e internacionales que dan cuenta de otros tantos personajes tan conocidos y variados como José Mújica, Picasso, Frida Khalo, Jagge, etc. Es esta una muestra muy estimulante y divertida, pues nos descubre nuevas formas de ver ejemplarizadas en cada uno de los dibujos. Así descubrimos un Jack Nicholson desbordante, excesivo, más cercano al personaje Dr. Buddy Rydell que hizo en Ejecutivo agresivo que a su propia persona, una fantástica caricatura del argentino Sebastian Cast, en la que el humo del puro se funde deliciosamente con los erizados cabellos del protagonista.

En una línea mucho más sosegada, como la misma personalidad del personaje pide, nos encontramos una de mis actrices preferidas: Judi Dench, en esta ocasión metamorfoseada por el italiano Marzio Mariani. No podía estar dibujada de otro modo, a base de aguadas y toques de luz, seguramente en pastel, se nos presenta el amable y carismático rostro de la británica, con su incisiva mirada azul, escrutando en esta ocasión su propia imagen reflejada en un precioso espejo de plata labrada. Muchas texturas y muchos relieves de diferentes materias perfectamente representados en este caso, recordándonos que la caricatura es algo más que humor. Aunque, sin duda, el humor es importante para quitarle hierro y sumarle alegría al retrato de, por ejemplo, Frida Khalo, hecha por el brasileño Ulisses Araujo, el cual a partir de la mínima esencia del detalle consigue presentarnos a la pintora mexicana con la delicadeza y características que ello requiere. Christian Jacot, belga, opta por utilizar el trazo del grafito en todas sus variantes, y lo hace con la meticulosidad que pide su personaje elegido: el escritor Gabriel García Márquez; para ello no sale del blanco sobre negro, ni de la sensación de equilibrio y mesura de su caricatura. Otro escritor es el que elige el peruano Fernando Barrial, en esta ocasión a José Saramago, transformándole en la misma pluma con la que escribe, consiguiendo que su cabello, su perfil, sus luces y sus sombras desemboquen en la punta de la pluma.

Y no quiero olvidarme, precisamente por su ausencia, hecho que no entiendo, precisamente por todo lo que ha aportado a Fene y a su Museo del Humor, del gran Xaquín Marín. No entiendo su ausencia en esta celebración, de hecho, no entiendo por qué en su pueblo no tiene el lugar que tiene que tener. No se a que está esperando Fene para darle su sitio.

Si algo caracteriza a Xaquín es su humildad, también su fina ironía, es verdad, pero su humildad y su generosidad hacen que los que lo conozcamos lo queramos y admiremos más, si eso es posible, sabiendo además de su reconocimiento nacional e internacional, el que no tiene en su tierra. Así pues, creo que es el momento de ponerse las pilas y dedicarle al grandísimo Xaquín esa gratitud que merece más que sobradamente.