Page critica el pacto de inmigración con Junts: «Si lo pidiera Vox, todo el mundo se rasgaría las vestiduras»

Paula de las Heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Emiliano García-Page en una imagen de archivo.
Emiliano García-Page en una imagen de archivo. JCCM | EUROPAPRESS

El presidente de Castilla-La Mancha pide al Gobierno reflexionar sobre si interesa seguir en un «laberinto sin salida» con el partido de Puigdemont: «Si fuese por él, yo sería extranjero»

12 ene 2024 . Actualizado a las 20:37 h.

«He leído que el Gobierno se va a reunir en mi tierra estos días a pensar. Me gustaría pedirles por favor que piensen muy en serio; hay muchas cosas con las que no se pude mercadear ni frivolizar», ha advertido este viernes el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page.

El barón socialista, el único de los tres que sobrevivieron a la hecatombe electoral del pasado mayo que hoy gobierna con mayoría absoluta, se ha mostrado muy crítico -«desolado», han sido sus palabras- con la decisión del Ejecutivo de ceder a la Generalitat catalana las competencias sobre inmigración como pago a Junts para salvar por la campana, el miércoles, la convalidación de varios reales decretos leyes. Y ha pedido hacer una reflexión: «¿Hasta cuándo y para qué?».

Page no es el único socialista que ve con preocupación la dinámica a la que la dependencia de los posconvergentes está arrastrando a su partido. En el propio Ejecutivo asumen que deben trabajar de otro modo para evitar que los de Puigdemont vuelvan a encontrarse en una posición de poder semejante; lo que, entre otras cosas, pasaría por legislar más mediante proposiciones de ley y proyectos de ley muy negociados de antemano y menos mediante reales decretos leyes que tienen un plazo muy tasado para su convalidación. Pero el castellano-manchego es mucho más categórico.

 «Me gustaría que el Gobierno aproveche los Quintos de Mora -dijo este viernes en alusión al retiro organizado este sábado por Pedro Sánchez con sus ministros en la finca que el Estado tiene en Los Yébenes (Toledo) - para pensar adónde conduce este laberinto y si hay o no salida y si es o no admisible que los independentistas catalanes, que por lo demás son supremacistas cuando no xenófobos, estén planteando que el Gobierno gobierne con camisa de fuerza».

Page argumentó que ningún Estado puede renunciar «bajo ningún concepto» a las competencias sobre control de fronteras e inmigración. «Es la expresión máxima de la soberanía», advirtió. «Lo que quiere Puigdemont es ir construyendo poco a poco un Estado para el día en que quieran, tenerlo propio». Pero no solo mostró inquietud por lo que puede afectar a la integridad de España. «Poner en manos de gente que entiende de la emigración algo parecido a Vox me preocupa incluso desde una perspectiva progresista porque si las competencias las pidiera Vox todo el mundo se rasgaría las vestiduras», alertó.

No está en absoluto claro qué es lo que el Gobierno pretende delegar (que no transferir) a la Generalitat y el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, volvió a insistir hoy en que, lo que sea, será fijado en una ley orgánica que, para prosperar, requerirá el apoyo de todos los socios parlamentarios, sin los que no se alcanza la mayoría absoluta requerida. Pero esa falta de claridad también resulta preocupante para el presidente castellano-manchego.

«Si por Puigdemont fuera, yo sería un extranjero»

«Si por Puigdemont fuera, yo sería un extranjero, por tanto, tranquilidad no puedo tener ninguna y sobre todo me preocupa que estas cosas sean objeto de mercadeo en el último minuto, porque un país serio no puede estar jugando con las cosas de comer de la manera que se está jugando», recriminó. «La legislatura pasada fue de un desfiladero estrecho, costaba pasar pero veías algo de luz al final, pero es que aquí estamos metidos en un laberinto sin salida y encima obviamente improvisando continuamente la política», concluyó antes de participar en un acto en Marchamalo, Guadalajara.

Feijoo prepara con su cúpula una oposición «contundente» a las cesiones de Sánchez

La formación popular celebra un comité de dirección en Toledo en el que abordarán el «replanteamiento del PP y fijación de prioridades»

M. L.

Alberto Núñez Feijoo reúne en Toledo desde el jueves y hasta el domingo a la cúpula del PP para preparar una oposición «contundente» a las cesiones de Pedro Sánchez a Junts. Feijoo emula así los encuentros que celebraba Rajoy con los suyos cuando lideraba el PP o los retiros de Manuel Fraga con los conselleiros cuando presidía la Xunta.

Feijoo prometió llevar a cabo una ofensiva jurídica, social y política contra la «extorsión» de Junts al PSOE. En la agenda toledana, un «comité de dirección de 48 horas», figura la preparación del acto del 28 de enero en Madrid, la campaña electoral gallega, la vasca, la europea y la acción de los presidentes autonómicos del PP que unidos buscarán en el Comité de las Regiones de la Unión Europea alzar su voz contra los pactos de Sánchez y la amnistía. En definitiva, se trata de diseñar la estrategia de la formación, además de conocerse más en el plano personal, sobre todo a los nuevos fichajes, fomentar el «contacto humano» y las «dinámicas de grupo», según indicaron desde el PP. La cita servirá para preparar de forma «reflexiva y sosegada» su ofensiva en las instituciones, en la calle y en los tribunales.

Feijoo busca en este encierro una tormenta de ideas para afrontar el curso político marcado por la ley de amnistía y los pactos del PSOE con los independentistas. «Reposicionamiento del PP y fijación de prioridades», apuntan fuentes del PP. Los populares articularán el discurso del ecologismo, del feminismo y la igualdad para arrebatar a la izquierda sus liderazgos. En el sentido de este último concepto, la vicesecretaria de organización del PP, Carmen Fúnez, reseñó que esta «convulsa» legislatura está marcada por la «desigualdad» por los pactos del PSOE con Junts, puesto que Sánchez es un «presidente sin cartera al que le marca la agenda un prófugo de la justicia».

La «contundente» oposición la puso ya este viernes en marcha el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, quien en TVE aseguró que «es muy difícil» llegar a acuerdos con Sánchez porque el PSOE «ya no es un partido de Estado», «se ha arrodillado» ante el líder independentista. También el portavoz del PP, Borja Sémper, redundó en que «se ha liquidado el sentido común» en la política española. ya que el PSOE de Sánchez no tiene un proyecto de país, sino de «subsistencia».