El líder del PSOE ignora los mensajes de renovación generacional y destaca la firmeza y fía a Andalucía la recuperación del partido
25 nov 2013 . Actualizado a las 10:51 h.El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, destacó este domingo el «poderío» de la nueva secretaria general de los socialistas andaluces, Susana Díaz, así como su firmeza y su seguridad. «Susana tiene poderío, compañeros», elogió Rubalcaba en la clausura en Granada del congreso extraordinario del PSOE-A, que ha elegido a Díaz como su nueva secretaria general en sustitución de José Antonio Griñán.
Rubalcaba agradeció el apoyo de los socialistas andaluces durante todo este año y aseguró que con su voto desalojarán al PP de la Moncloa, porque se ha convertido en «una auténtica brigada de demolición» del Estado social. Sobre el presidente del Gobierno, el líder de la oposición indicó que sí está cumpliendo su programa electoral, pero el B, el que «tenía oculto», con el que finalmente persiguen que haya «menos sector público y más sector privado». El socialista señaló además que en realidad ese programa en B es el que «han tenido toda la vida» pero nunca se habían atrevido a aplicar hasta que ha habido una «conjunción perfecta» de mayoría absoluta y la crisis como excusa.
También tuco Rubalcaba palabras de homenaje para Griñán y alabó su gestión como presidente de la Junta los últimos años y su firmeza frente a los recortes de Mariano Rajoy, que sirvió para demostrar, añadió, que los socialistas son diferentes del PP allí donde gobiernan. «Has sido un gran presidente y un gran secretario general en momentos muy difíciles -apostilló-. Cuando la derecha desatada trataba de extender sus políticas injustas por todo el territorio español tú te hiciste fuerte en Andalucía». En otro momento de su discurso consideró que este cónclave ha sido el colofón a «dos semanas magníficas» de los socialistas, que en estos días han aprobado un nuevo ideario en su Conferencia de primeros de mes y han reafirmado su proyecto compartido en Cataluña con el PSC.
No habló sin embargo Alfredo Pérez Rubalcaba ni una sola vez de la juventud ni tampoco de lo que el nombramiento de Susana Díaz simboliza para el PSOE en términos de recambio generacional. Esas cosas, que el día anterior estuvieron presentes en los discursos de José Antonio Griñán y José Luis Rodríguez Zapatero, brillaron por su ausencia en la boca del actual líder del partido, que perefirió enganchar el tren del «poderío», en su propia expresión, de la presidenta de la Junta de Andalucía.
Rubalcaba sigue sin dar la más mínima pista de cuáles son sus intenciones de cara a las primarias que el partido tiene previsto celebrar, presumiblemente, aunque aún esté por decidir, en otoño del 2014. Dijo hace unos días a los suyos que ahora toca dar a conocer a la sociedad el proyecto en el que han estado trabajando el último año y medio y no hay presión interna, por visible que sea, que le desvíe de su plan. «En dos años -vaticinó en un tono cercano al del mitin electoral- recuperaremos todos los derechos sociales, laborales, de manifestación y de huelga recortados por el Gobierno».
«Hay otra manera de hacer las cosas»
A pesar de que estaba previsto que corriera a su cargo la clausura del evento, Rubalcaba se conformó con ejercer de telonero de la reina del fin de semana, en un gesto que muchos de los presentes calificaron de inteligente. Susana Díaz, que tuvo el gesto de hacer subir a Rubalcaba al escenario para cantar codo con codo, junto al resto de la ejecutiva, el himno de Andalucía con el que se puso broche al acto, realizó, no en vano, todo un llamamiento a la unidad del partido. Y habló de algo que al secretario general se le pasó por alto, las elecciones al Parlamento Europeo que tendrán lugar en mayo próximo.
Con su lenguaje llano, la baronesa del PSOE llamó a convencer a aquellos que «quieren mirar a Bruselas sin tener que mirar a Berlín», pero sobre todo advirtió de que esos comicios pueden suponer un punto de inflexión para las perspectivas electorales socialistas. «Que empiece ahí la ola del cambio», reclamó. Y como Griñán y Zapatero el sábado, ella sí hizo referencia al relevo generacional. «Las grandes transformaciones -dijo- las han hecho los jóvenes. Fueron los que hace treinta años consiguieron los logros que hoy la mayoría de los ciudadanos están defendiendo; exigiré a esta ejecutiva que esté a la altura de la herencia que ha recibido».
Los delegados del congreso respaldaron con un 96,9 % de los votos la nueva Ejecutiva de Susana Díaz, en la que Micaela Navarro asume la Presidencia y Juan Cornejo continúa al frente de Organización, que cobra un mayor protagonismo tras la supresión de la Vicesecretaría. En la votación participaron 710 delegados, de los que 688 votaron a favor (96,9 %), 21 lo hicieron en blanco y uno fue nulo, mientras que no se registró ninguno en contra, según dio a conocer la presidenta de la mesa del congreso, Teresa Jiménez.