Bono dice que ni quiere ni puede

Gonzalo Bareño Canosa
gonzalo bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Se descarta como aspirante a la Moncloa porque «me ganó Zapatero»

02 mar 2011 . Actualizado a las 12:09 h.

«Ya ni puedo ni quiero». El presidente del Congreso, José Bono, contestó ayer de esta manera cuando fue preguntado directamente sobre si pretende o no aspirar a la presidencia del Gobierno. El ex ministro de Defensa se sumaba así al coro de dirigentes socialistas y miembros del Ejecutivo que en los últimos días hablan abiertamente de la sucesión de Zapatero como candidato del PSOE sin esperar a que su líder haga pública una decisión sobre su continuidad y que dice haber tomado ya.

No es la primera vez que el presidente del Congreso se descarta formalmente como aspirante a la jefatura del Gobierno. Pero en esta ocasión la novedad es que quien le interrogaba era un niño. Bono aprovechó la circunstancia para mostrarse muy didáctico en su respuesta. Pero también, fiel a su estilo, para medir muy cuidadosamente sus palabras y lanzar un mensaje con la aparente sencillez de su respuesta.

«Hola, Bono, ¿quieres ser presidente del Gobierno?», le espetó un escolar durante su intervención en un programa de la emisora radiofónica Cadena 100 protagonizado por niños. «Quise ser presidente del Gobierno y, fíjate, me ganó Zapatero. Hicimos una reunión para ver quién era y me ganó por nueve votos, de manera que ya ni puedo ni quiero», respondió el ex ministro en alusión al congreso socialista en el que Zapatero fue elegido secretario general. De esta manera, Bono vinculó la imposibilidad de aspirar a ser presidente al hecho de que quien le ganó entonces sigue siendo el líder de los socialistas. Pero no aclaró qué ocurriría si esa circunstancia dejara de producirse.

Las declaraciones del presidente del Congreso llegan poco después de que la ministra de Defensa, Carme Chacón, advirtiera de que «no sería lógico» que los militantes del PSOE quedaran al margen de la decisión sobre quién debe suceder a Zapatero o de que el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, asegurara que el sucesor podría ser perfectamente un extremeño como él.

Blanco ve «apresuramientos»

El debate público en torno a un relevo que en el PSOE se da por hecho ha llegado a tal nivel que el vicesecretario general de los socialistas, José Blanco, advirtió la noche del pasado lunes que ve «inquietudes y apresuramientos» entre sus compañeros. «Las inquietudes y apresuramientos no son buenos consejeros», añadió Blanco, que, cuando fue preguntado por si se refería al PSOE o al Gobierno, dijo que no quería «señalar a nadie». «Yo no valoro la actitud de una persona por si quiere ser o no candidato», señaló el ministro de Fomento, que por un momento pareció dar por hecho también que habrá sucesión al asegurar que «quien tenga los avales podrá ser candidato». Pero no quiso ir más lejos y afirmó que el «sentido del deber» y su «lealtad» le obligan a no hablar sobre la sucesión hasta que no se pronuncie Zapatero.

La advertencia de Blanco no parecen haber hecho mella en Bono, que hace poco alentó los rumores sobre la posibilidad de aspirar a liderar el PSOE al asegurar a los periodistas tras su reciente reunión con Zapatero que ambos habían hablado «de lo que ustedes se imaginan». En la dirección del PSOE preocupa cada vez más este debate público, ya que puede llegar a ofrecer la imagen de un Gobierno y un partido más preocupados por su propio futuro que por gobernar. Pero preocupa también la posibilidad de un conflicto entre la actual dirección socialista y los posibles aspirantes a la sucesión.

Elecciones primarias

Fuentes próximas a José Blanco se refirieron ayer a la información publicada el pasado lunes en La Voz de Galicia en la que se aseguraba que el deseo del aparato del PSOE es que Rubalcaba sea elegido sucesor sin competir con otros aspirantes. Aclararon que Blanco no ha dicho públicamente que Rubalcaba sea su candidato. Y precisaron que, en caso de que Zapatero renuncie, los órganos del partido convocarán elecciones primarias; aunque también admitieron que si Rubalcaba fuera el único aspirante sería designado por el comité federal sin necesidad de una votación, tal y como se afirmaba en esa información. «La gente confunde las primarias con la votación, estas son nuestras normas», señaló el propio Blanco el pasado lunes.

La actual normativa para la elección del candidato a la presidencia del Gobierno fue aprobada en el 2002 siendo precisamente Blanco secretario de organización del PSOE. Ese procedimiento establece no obstante que las elecciones primarias para elegir al candidato se aplicarán cuando «exista más de un aspirante a la nominación».