Bruselas propone prohibir las compras de carbón ruso en su quinto paquete de sanciones

Jesús Carballo BRUSELAS / E. LA VOZ

ECONOMÍA

SERGEI ILNITSKY

La Comisión deja la puerta abierta al embargo de petróleo tras las atrocidades cometidas en Bucha

05 abr 2022 . Actualizado a las 18:52 h.

Las atrocidades cometidas por el ejército ruso en la ciudad ucraniana de Bucha han obligado a la Comisión Europea a mover ficha de nuevo. Lo hizo este martes, poniendo sobre la mesa de los Veintisiete el quinto paquete de sanciones contra Rusia que, por primera vez, incluye la energía.

Bruselas no quiere quemar todos sus cartuchos. Por eso ha comenzado la ofensiva instando a prohibir solo las importaciones de carbón ruso. Un veto que hará perder al país 4.000 millones de euros al año y obligará a la Unión Europea (UE) a buscar un proveedor alternativo, puesto que Rusia suministra casi el 47 % del combustible fósil que se consume en el bloque. Es el primer peldaño de los otros dos que le quedan a la UE: el petróleo y el gas. La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, no descarta ampliar el embargo al crudo: «Estamos trabajando en sanciones adicionales, incluidas las importaciones de petróleo», admitió.

Algunos Estados miembro de la UE abogan por avanzar en esa línea, como Francia o los países Bálticos, pero Bruselas ha preferido esperar a que haya consenso. Alemania y Austria, grandes dependientes de gas, se niegan a romper de forma abrupta los lazos energéticos con Rusia, a pesar de que la UE le transfiere a diario cerca de 700 millones de euros que van a parar a las as arcas públicas de las que se alimenta el régimen de Vladimir Putin para financiar la guerra.

Bruselas también quiere apretar la soga sobre las finanzas rusas. Por eso ha propuesto prohibir cualquier transacción financiera con cuatro grandes bancos del país del este, entre ellos el VTB, el segundo más grande de Rusia: «Son cuatro bancos que representan el 23 % de la cuota de mercado. Esto debilitará aún más el sistema financiero», aseguró Von der Leyen.

La alemana también anunció su intención de prohibir que los barcos rusos amarren en puertos de la UE, salvo para suministrar productos agrícolas y alimentarios, ayuda humanitaria y energía. Además, desde la Comisión proponen vetar a los operadores de transporte por carretera rusos y bielorrusos, limitando drásticamente las opciones de la industria rusa para obtener equipamiento y materiales clave.

En el ámbito tecnológico también se amplían las sanciones. No se podrá vender a Rusia computadoras cuánticas, semiconductores avanzados, maquinaria sensible o equipamiento de transporte. Una medida que hará perder a la UE unos 10.000 millones de euros.

Por su parte, y para cortar el flujo de dinero hacia Rusia y las cuentas de sus oligarcas habrá nuevas prohibiciones a la importación de ciertas mercancías como la madera, el cemento, los mariscos y las bebidas alcohólicas como el vodka por valor de 5.500 millones de euros. Eso sí, respecto a las compras de diamantes no se han pronunciado. El presidente ucraniano Volodimir Zelensky, exigió ante el Parlamento belga que se dejara de enviar joyas a ciudades como Amberes.

Por último, Von der Leyen ha propuesto excluir a las empresas rusas de cualquier contratación pública así como poner fin a cualquier apoyo financiero a organismos públicos rusos «porque el dinero de los impuestos europeos no debería ir a Rusia de ninguna forma», defendió la alemana.

Además, la lista negra con individuos del Kremlin y aliados se va a ampliar. Como apuntó Josep Borrell «hemos decidido designar persona non grata a varios funcionarios de la Misión Permanente de la Federación Rusa ante la UE por participar en actividades contrarias a su estatus diplomático».

Las sanciones serán aprobadas mañana por los embajadores permanentes de los Estados miembro ante la UE.