España sigue esperando por el gran «Big Bang» de las ayudas europeas

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Juan Manuel Serrano Arce

Empresas, oposición política y expertos coinciden en su gestión ineficaz

16 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las empresas han hecho los deberes, los planes de inversión aprobados por el Gobierno avanzan, pero el dinero no acaba de llegar a la economía real. El despliegue de las ayudas procedentes del Next Generation EU no progresa al ritmo esperado. La lentitud a la hora de abrir las convocatorias, la desorientación al solicitar las ayudas o los plazos limitados para hacer los trámites ponen en entredicho su eficacia.

¿Cuánto dinero ha recibido España hasta el momento?

De los 69.000 millones que el Gobierno espera recibir de la Unión Europea (UE) a fondo perdido —sin necesidad de devolverlos—, a España han llegado 19.000 millones de los 27.000 presupuestados para el 2021. Los primeros 9.000 lo hicieron el pasado 17 de agosto, en forma de prefinanciación, para ir acelerando la puesta en marcha del plan. Los otros 10.000 millones del primer tramo aterrizaron el 27 de diciembre, después de cumplir con los primeros 52 hitos pactados con Bruselas.

¿Qué volumen de ayudas ha llegado a las empresas?

Es una incógnita. El Gobierno se niega a dar la cifra del dinero que se ha canalizado de forma efectiva a proyectos en marcha, a diferencia de otros países como Portugal. Aunque según Colpisa, el porcentaje apenas llegaría al 37 %. Sí se sabe que han autorizado ya 19.000 millones de euros y que 17.228 están comprometidos (asignados). Al menos 11.247 millones de ellos se irán a las comunidades autónomas. Todo el dinero sin ejecutar en el 2021 se sumará a los 18.000 millones que se solicitarán en el 2022 —12.000 en la primera mitad del año— y los 17.000 del 2023.

¿Cuántos fondos ha recibido Galicia?

Para el año 2021, Galicia tenía asignados 680 millones de euros de los 11.800 millones a repartir entre las comunidades autónomas. De ese volumen de dinero «foron transferidos uns 450 millóns», según confirmó a finales del año pasado la Consellería de Facenda. Más de la mitad llegaron a las arcas gallegas a partir del mes de octubre, pero no se sabe la cifra de fondos invertidos en la economía real.

¿Cuáles son los proyectos estrella aprobados?

El Gobierno todavía está sentando las bases para abrir las convocatorias de los PERTE —proyectos estratégicos a los que se destinará un mayor volumen de fondos por su importancia troncal en la economía—. El del vehículo eléctrico (VEC), el gran PERTE del motor, repartirá 2.975 millones y podrán optar agrupaciones de cinco empresas activas en todos los eslabones del sector, desde la fabricación de vehículos a componentes o baterías. Además, la alianza debe abarcar un mínimo de dos comunidades autónomas y el 40 % de las participantes deberán ser pymes. Galicia presenta su proyecto AutoÁncora, que desarrolla Stellantis en colaboración con el clúster del sector, Ceaga, y el centro tecnológico CTAG.

También está aprobado el PERTE de salud de vanguardia (982 millones), y el de hidrógeno y energías renovables e hidrógeno (ERHA), con 3.558 millones de euros procedentes de fondos públicos, que aspira a transformar la industria con una nueva oferta de tecnología energética, apuntalando la instalación y almacenamiento de renovables. A finales de año se lanzaron cuatro convocatorias por 500 millones para el impulso de la cadena de valor del hidrógeno renovable, desde la fabricación de componentes y prototipos de nuevos vehículos a su comercialización en sectores de difícil descarbonización, como el transporte pesado. Galicia por el momento ha presentado 195 propuestas y 35 proyectos relacionados con el hidrógeno verde. En este mismo marco, el Gobierno acaba de abrir el plazo para optar a ayudas para proyectos piloto de comunidades energéticas (40 millones) en el ámbito de la eficiencia energética y la movilidad eléctrica. Se anticipará el 80 % de los fondos para agilizar su puesta en marcha.

Los que están en barbecho son los PERTE de la economía de los cuidados y el de la nueva economía de la lengua, este último canalizará fondos a iniciativas en el ámbito de la ciencia, la cultura y el turismo que empleen el español y lenguas cooficiales como elemento transversal.

¿Qué sectores están esperando por sus PERTE?

Galicia espera ansiosa la aprobación del PERTE de la cadena agroalimentaria, largamente pospuesto. Según el Gobierno, está «en estudio». La comunidad tiene preparados proyectos que suman 1.000 millones de euros en inversión en toda la cadena, desde la agricultura a la ganadería, la pesca, la logística, distribución y transformación, con gran protagonismo de las pymes. También está «en estudio» el PERTE aeroespacial, que financiará actividades de I+D+i «que generen un efecto de arrastre sobre toda la cadena de valor». Y se está haciendo de rogar el del textil. El sector, agrupado en el Observatorio del Textil y Moda, ha exigido esta semana que se apruebe con carácter urgente para poner en marcha proyectos de circularidad —aprovechar materiales en toda la cadena—, ecodiseño, desarrollo de nuevas fibras sostenibles, y mejora del proceso industrial para reducir la huella medioambiental.

No hay fecha, aunque sí se ha anunciado, el PERTE para la gestión del agua. El Gobierno invertirá 400 millones de euros —presupuestados para este 2022— y un total de 3.000 millones hasta el 2026 para modernizar y digitalizar los sistemas de riego, tanto urbanos como industriales, y aumentar la seguridad de presas y embalses.

¿Qué está fallando?

La gran patronal de empresarios (CEOE) denuncia que hay muy poca transparencia, poca información sobre cómo hay que pedir las ayudas, y que disponen de plazos muy cortos para poder efectuar los trámites y solicitudes. En algunos casos, de tan solo ocho y diez días hábiles desde que se abre la convocatoria hasta que se cierra. Esa carrera contrarreloj penaliza a las pymes, que tienen menos recursos humanos para prepararse. También se quejan de que muchas convocatorias van con retraso y esa pérdida de tiempo hace que algunas multinacionales pongan sus ojos en otros países para sus proyectos de inversión. También apuntan como uno de los problemas más graves la falta de agilidad en la gestión. «La lentitud del desembolso a las empresas, en contraste con la agilidad de otros países, puede suponer un riesgo de deslocalización de inversiones y una amenaza para el empleo y la cohesión social y territorial», alertan. «Tienen toda la razón cuando plantean que las Administraciones Públicas no están a la altura. Y esa incapacidad de acceso a las ayudas es muy preocupante», advierte José Manuel Corrales, profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea. «Hemos recibido dos remesas, pero las ayudas todavía están en proyectos, hay que ver cómo se ejecutan, qué impacto tienen. Estamos aún en una fase inicial», explica.

¿Por qué ha surgido polémica con su reparto?

Cuando se diseñó el plan, las comunidades se quejaron de que no contaron con ellas para establecer los criterios de reparto territorial, a pesar de las 54 conferencias sectoriales en las que participaron en el 2021. Una queja que avaló el Comité de las Regiones —organismo consultivo europeo—. Además, esta semana varios líderes autonómicos, incluido Feijoo, amenazaron con denunciar —Madrid ya lo ha hecho— el reparto de nueve millones que se habrían concedido de forma arbitraria al País Vasco y comunidades gobernadas por el PSOE. Para los expertos, estas polémicas solo generan más desconfianza. «Hubiera sido positivo tener un acuerdo social sobre el Next Generation EU. También es cierto que la situación política de convulsión, confrontación y crispación no ayuda», asegura Corrales.