La cesta de la compra se pone por las nubes

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

M.MORALEJO

Llenar el carro con los alimentos propios de la Navidad es 45 euros más caro que hace un año

19 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo bueno de la Navidad, hablando en términos económicos, es que el consumo se anima más que en ninguna otra época del año. Lo malo es que el carro de la compra suma la factura récord de los 12 meses. Ocurre cada diciembre, pero en este que enfila la recta final de manera muy especial por culpa de una inflación desbocada, que espolea los precios de todo lo habido y por haber en el supermercado. Dice el INE que el índice de precios de consumo (IPC) creció en noviembre un 5,6 % en España. Un 5,7 % en Galicia, con su baremo más alto en la provincia de Pontevedra, con un 6 % en el acumulado del año. Es un incremento récord, el más elevado desde 1992. El problema es que, a pie de calle, la escalada de precios que se percibe es todavía mayor que la que arrojan las estadísticas oficiales.

Vayamos a la prueba científica: La Voz ha vuelto al supermercado con una lista de la compra navideña idéntica a la elaborada en el 2020, y ha actualizado los precios a 16 de diciembre del 2021. Tras comparar uno a uno el coste de los artículos seleccionados (mariscos, pescados, carnes, verduras, frutas, algunos productos básicos, dulces navideños y bebidas), el resultado es una factura 45 euros más alta que hace 12 meses (de 253,04 euros, en el 2020 a 298,93, en el 2021, en los mismos establecimientos, y con artículos de las mismas marcas). Por supuesto, serán pocos los hogares gallegos que vayan a llevarse a casa una compra tan completa. Pero el muestreo constata a pie de campo un encarecimiento de los precios del 18 % respecto al año pasado, muy por encima de lo que arroja el IPC.

Todos los tipos de carne suben de precio salvo la de cerdo, que baja ligeramente. La carne de ovino y caprino, con un avance respecto al mismo mes del año pasado del 6,9 %, es la segunda partida que más sube de todas. También se encarece el pescado y los mariscos, la leche, el queso, los huevos, el pan, los cereales, la fruta y hasta el café, que se dispara. Hay una explicación para esto, más allá del incremento de la demanda navideña.

 Cadena de valor

Los cuellos de botella en la cadena de suministros, los precios más elevados de la energía, y los mayores costes de producción han provocado este encarecimiento de los alimentos, que los expertos prevén que perdure.

Por otro lado están las cotizaciones disparadas de los cereales importados para la elaboración de los piensos que consumen las explotaciones agroalimentarias, también asfixiadas por unos sobrecostes que necesitan repercutir para mantener a salvo sus empresas. Eso explica o justifica que los cinco grupos dentro de la alimentación que más han tirado de los precios en el mes han sido carne, pescado, leche, pan y legumbres.

Todos los años, el observatorio de la OCU comprueba la evolución de los productos de alimentación más comprados en Navidad y este primer control advierte de un encarecimiento de sus precios hasta los máximos históricos. «Ninguno de ellos había estado nunca tan caro», aseguran desde la organización.

Por ello, los portavoces de la asociación de consumidores advierten del riesgo de que estas subidas se extienda a otros productos y, sobre todo, de que se consoliden en el tiempo, incluso más allá del período navideño. «Las declaraciones de distribuidores que avisan de que se van a tener que trasladar las subidas de la energía a los lineales de los supermercados, y el mantenimiento de unos costes muy elevados de la energía, auguran que el incremento de los precios de la alimentación se va a prolongar en el tiempo», avisan desde la OCU.

«Las subidas se intentan trasladar en la menor medida posible»

En medio de esta imparable carrera inflacionista, el sector de los supermercados llama a los consumidores a la calma. El director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), Ignacio García Magarzo, envía un mensaje de tranquilidad a la población y recuerda que los precios de alimentación en nuestro país se han mantenido «extraordinariamente estables» en los últimos años, debido en gran medida a la fuerte producción nacional y baja dependencia de las exportaciones. «España es un gran productor de alimentos y la cadena es muy eficiente», explica García Magarzo, quien asegura que los precios van a subir lo menos y lo más tarde posible. «Hay razones objetivas para un incremento que tienen que ver con el encarecimiento de las materias primas y de la energía, pero que se están trasladando al consumidor en la menor medida posible», asegura el empresario.

El fin del conflicto del transporte, un gran balón de oxígeno pata toda la distribución

Había temor en el sector de la distribución y también entre los consumidores sobre el impacto que podría llegar a tener el anunciado cierre patronal del transporte de mercancías por carretera de los días 20 y 22 de diciembre, que finalmente ha sido desconvocado tras el acuerdo alcanzado en la tarde noche de este viernes. El final del conflicto que amenazaba el abastecimiento en la semana más consumista del año ha sido recibido como un gran balón de oxígeno.

Todo apunta a que no habrá espacios libres en los lineales de los súper derivados de problemas logísticos, porque de modo preventivo el sector de la distribución alimentaria llevaba semanas llenando sus almacenes en previsión de que el conflicto laboral se prolongase más allá de lo anunciado. «Los mercados de abastos se aprovisionaron y llenaron las cámaras. Los supermercados aseguran contar con plataformas logísticas capaces de garantizar el abastecimiento, pero la tensión era palpable estos días, hasta que finalmente los transportistas desconvocaron una protesta que llegó a amenazar con ir más allá, al reclamar que este cierre patronal de tres días se convirtiera en indefinido hasta no obtener una solución satisfactoria, que finalmente llegó.