La falta de microchips apaga las plantas de automóviles españolas

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

ECONOMÍA

PHIL NOBLE

El desabastecimiento hundirá un 25 % las matriculaciones respecto al 2019

30 ago 2021 . Actualizado a las 17:43 h.

La escasez mundial de semiconductores (microchips), que desde los inicios de la pandemia ha venido lastrando la capacidad de producción de los fabricantes de automóviles en todo el mundo, ha vuelto a provocar durante la última semana parones de producción en varias plantas españolas, según recoge Efe.

Compañías como Stellantis, Seat, Ford o Mercedes se han visto obligadas a posponer la actividad en sus fábricas españolas ante la falta de determinados componentes electrónicos imprescindibles para el ensamblaje de los vehículos.

A causa de la intermitencia en la actividad, que depende de la recepción de pedidos, los fabricantes siguen manteniendo vigentes los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), aplicados en la gran mayoría de casos hasta finales de año, a la espera de que se solucionen los problemas en la cadena de suministro. La propia dirección de Stellantis en Vigo ofreció este mes a los trabajadores de más de 60 años el 70 % del salario a cambio de marcharse a casa al menos tres años. 

Consecuencias

Según han confirmado a Efe fuentes de la asociación de fabricantes de automóviles Anfac, la escasez de semiconductores provocará que al cierre de 2021 las matriculaciones sean un 25 % inferiores a las registradas en 2019, antes de la pandemia. Ya en los primeros siete meses de este año, las matriculaciones cayeron un 18 % frente a igual mes de 2020 y un 33 % respecto a 2019.

Nuevos parones previstos

Stellantis, que tenía previsto parar la producción en su fábrica de Vigo durante toda la semana pasada, retomó el pasado viernes la actividad en una de sus líneas de producción, el mismo día en el que la fábrica de Opel que tiene el grupo en Figueruelas (Zaragoza) reanudaba su actividad tras un paro iniciado el 22 de agosto.

Seat, que durante el mes de agosto ha puesto en marcha una línea de fabricación excepcional en su planta de Martorell (Barcelona), tuvo que detenerla el pasado día 20 ante la imposibilidad de seguir fabricando sin estos componentes. Ante la escasez de chips, la marca española, que cerró su fábrica barcelonesa en días puntuales de junio y julio por esta razón, volvió a detener el viernes pasado la línea excepcional de producción.

En Vitoria, la alemana Mercedes parará toda la producción desde hoy lunes hasta el domingo debido a la falta de disponibilidad de semiconductores, con la previsión de retomar la actividad a partir del día 6 de septiembre, aunque «debido a la alta incertidumbre existente» la dirección avisará de su decisión a finales de esta semana.

Por su parte, la americana Ford retomó hace justo una semana la actividad en su factoría en Almussafes (Valencia) tras tres semanas de parón por vacaciones de verano, recuperando a su vez el turno de noche, que llevaba suspendido desde finales de abril. Sin embargo, el ERTE aplicado por la compañía entre el 1 de julio y el 30 de septiembre prevé un paro total de la producción en su fábrica durante la tercera semana de septiembre.

Problema global

La falta de suministro de semiconductores se traduce en un problema de alcance global que afecta a los fabricantes de automóviles de todo el mundo, entre los que se encuentran el grupo japonés Toyota, el gigante estadounidense General Motors (GM) o los alemanes Audi y Volkswagen.

Toyota se ha visto obligado a recortar en un 40 % su producción global de automóviles, lo que supone reducir de 900.000 a 500.000 los vehículos que prevé fabricar durante el próximo mes, un paro que afectará principalmente a sus fábricas japonesas, pero también a las que tiene la compañía en Norteamérica, China y Europa.

GM, el mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos, detendrá durante dos semanas la producción en su planta de montaje de Orion (Illinois), donde se fabrica el eléctrico Chevrolet Bolt EV, por problemas en el suministro de paquetes de baterías, así como la actividad en otras plantas de EE.UU., México y Canadá.

El fabricante alemán Audi ha parado la producción hasta el lunes 30 de su fábrica en Ingolstadt (Baviera) por la falta de semiconductores, lo que ha obligado a la compañía a aplicar un ERTE que afectará a 10.000 empleados.

En la misma línea, el pasado miércoles Volkswagen anunció que extendería hasta el 5 de septiembre el ERTE en su sede central en Wolfsburgo (Alemania), manteniendo solo un turno en todas sus líneas de fabricación, además de paralizar la producción en las fábricas de Zwickau y Dresden, al este del país teutón.

Los semiconductores son clave

Tras este problema de suministro se encuentra la escasez de semiconductores o chips, elementos indispensables para cualquier producto electrónico, pero que están también presentes en prácticamente todos los sectores industriales, y cuya demanda se ha multiplicado a raíz de los cambios de hábitos durante la pandemia, con un aumento de la demanda de dispositivos como móviles, ordenadores o tabletas. 

Ante tal exceso de demanda, los pocos fabricantes de semiconductores que existen en la actualidad no han sido capaces de atender todos los pedidos a la vez, una situación a la que se suma la concentración de la producción de estos componentes en muy pocas empresas.

Además, los rebrotes de coronavirus en el continente asiático, que cuenta con unos índices de vacunación mucho más bajos que en Europa o Estados Unidos, han provocado que algunas empresas del sector se hayan visto obligadas a reducir su producción de semiconductores.

Por ello, desde Anfac no creen que los problemas de suministro vayan a desaparecer a corto plazo y apuntan que el ritmo de fabricación de semiconductores no se ajustará a la demanda del sector hasta el segundo semestre de 2022