Sin contar los mil millones del gasto en ajustes de personal, la entidad financiera habría ganado un 10,4 % más
31 oct 2019 . Actualizado a las 21:41 h.Entre enero y septiembre pasados, CaixaBank registró un beneficio atribuido de 1.266 millones de euros. Es cifra supone un descenso del 28,4 % respecto al mismo período del año pasado. Y eso por el coste del expediente de regulación de empleo (ERE) que puso la entidad hace unos meses en marcha y que ha afectado a más de 2.000 trabajadores. Ha acarredado un gasto de casi mil millones.
Sin tener en cuenta esa circunstancia, el banco habría ganado 1.951 millones, un 10,4 % más. En la presentación de resultados del grupo, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, anunció que han decidido «acelerar» la reestructuración de oficinas prevista en su plan estratégico y adelantarla un año, de modo que para finales del 2020 esperan haber reducido su red de sucursales a 3.640 y haber creado más de 600 de tipo Store, donde se ofrece una oferta «diferenciada» a los clientes y que están «funcionando bien». También afirmó que la previsión de CaixaBank es la de mantener abiertas las cerca de 1.100 oficinas que tiene distribuidas en más de 2.000 municipios pequeños, para mantener su presencia en el mundo rural. En términos financieros, de enero a septiembre el volumen de negocio creció un 4,4 % en comparación con el mismo período del 2018, hasta los 609.012 millones de euros, gracias al impulso comercial y a la mejora de la vinculación de los clientes.
En concreto, los recursos de clientes ascendieron a 381.136 millones de euros (+6,3 %), mientras que el patrimonio gestionado en fondos de inversión por la entidad financier, carteras y sicavs se situó en 67.133 millones de euros (+4,0 %), y los planes de pensiones alcanzaron los 32.544 millones de euros (+10,7 %). En cuanto al crédito bruto a la clientela, se situó en 227.876 millones de euros (+1,4 %), en tanto que la ratio de morosidad se redujo hasta el 4,1 %.