Elegir la gasolinera más barata tiene premio: hasta 300 euros menos al año

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Jesús Hellín - Europa Press

La proliferación de estaciones independientes desata una guerra de precios

03 sep 2019 . Actualizado a las 12:21 h.

Coincidiendo con el último gran fin de semana de la operación retorno de las vacaciones de verano, que sacará a la carretera millones de coches, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha hecho público un estudio para ponerles los dientes largos a los conductores. En él ha comprobado que se pueden llegar a ahorrar hasta 300 euros al año en combustible si se llena el depósito en las estaciones de servicio más baratas.

Y es que casi cada negocio marca unos precios distintos, que, además, varían día a día. Y las diferencias que se aprecian entre las más asequibles y las más caras de cada provincia son importantes. También en las gallegas.

Así, según datos recopilados en el portal de hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica, con precios de ayer viernes (que hoy podrían ser ya diferentes), llenar un depósito de 50 litros de gasolina en la estación más barata de la provincia de A Coruña -en este caso, la Galp de Betanzos- supone un ahorro de seis euros que se si acude a la que sirve el litro más cotizado -una Cepsa de Santa Comba-. Suponiendo que ese gesto se repita tres veces al mes, resulta que esa cantidad supera los 200 euros anuales. Si el vehículo es de gasoil, esa cifra ronda los 300, y en este caso las gasolineras más o menos ventajosas son las mismas de antes.

El resultado de la comparativa entre la estación de servicio más cara y más barata en la provincia de Lugo es parecida, lo mismo que en la de Pontevedra. En la de Ourense, la distancia es más pequeña: de 4,5 euros por depósito en el caso de que el coche sea de gasolina y de 3,7 si es gasoil. 

Las independientes dejan huella

Pero, ¿por qué estas diferencias si los impuestos de los combustibles son los mismos en toda España? El mercado de los hidrocarburos está liberalizado, eso quiere decir que, en teoría, cada estación de servicio fija el precio por litro que le venga en gana. Pero la venta de carburantes sigue estando en manos de unas pocas marcas (Repsol y Cepsa, sobre todo), de ahí que en las zonas donde predominan sus estaciones de servicio, y no hallen apenas competencia, los precios estén más elevados. De hecho, sus carburantes son más caros, también porque los aderezan con todo tipo de aditivos que mejoran el producto y también el rendimiento de los motores. Pero en los últimos años las marcas independientes, de más bajo coste, están copando poco a poco cuota de mercado (en Galicia son ya el 25 % del total de estaciones de servicio). A esta línea de estaciones de servicio pertenecen las más baratas. Y sus combustibles son más asequibles porque incluyen apenas aditivos y renuncian a parte de su margen para atraer clientela. Este tipo de gasolineras están obligando a bajar precios a las grandes allí donde compiten directamente.