Ford pone freno al supermercado

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La compañía automovilística ha creado un carrito de la compra con un sistema de frenado inteligente

10 may 2019 . Actualizado a las 07:58 h.

Seguro que cuando Alaska y los Pegamoides entonaban aquel mítico Horror en el hipermercado más de una vez pensaron en los peligrosos carritos de la compra. Esos vehículos de cuatro ruedas que más de un disgusto le han dado a algunos por los corredores del súper. Niños a la deriva, pequeños atropellos, choques contra los lineales... Lo de frenar el carrito a tiempo ha sido siempre un problema, pero Ford ha encontrado una solución.

Las mentes más sesudas de la firma de automoción se pusieron manos a la obra hace unos meses para tratar de hallar una fórmula que permitiera acabar con los incidentes en los pasillos del hipermercado. Y lo han conseguido.

La compañía lleva ya unos años intentando demostrar que la tecnología que emplea en sus automóviles se puede aprovechar en otros cacharros de nuestra vida diaria. Presumió de ello con una cuna y con una casa para perros. Y ahora le ha llegado el turno al supermercado.

Esta alternativa a los carritos tradicionales lleva integrada una frenada de emergencia, un sistema que se activa automáticamente cuando detecta un obstáculo cerca. Bautizado como Self-Braking Trolley, el aparato cuenta con un sensor en la parte frontal conectado a un sistema de frenos. Cuando el sensor detecta algo o a alguien frente a él, disminuye la velocidad y se va frenando de manera gradual. Esta tecnología, conocida como Pre-Collision Assist, es la misma que Ford incorpora en sus coches, que a través de una cámara y un radar consiguen detectar vehículos o peatones y aplicar automáticamente los frenos en caso de que el conductor no se dé cuenta a tiempo.

Y precisamente esa es la esencia de los carritos patentados por la marca estadounidense. En el momento en el que el vehículo detecta que puede impactar contra algo, el sistema que incorpora puede detener la marcha y evitar el susto final. «Mostrar cómo se puede aplicar una tecnología similar a la de los coches a los carritos de la compra puede ser una excelente manera de resaltar todo lo que se puede hacer con esta tecnología pensada para los conductores», explicó Anthony Ireson, director de Márketing de Ford.

Un simple concepto

Este cachivache, que podría llegar a jubilar a los carros más tradicionales y convertir los pasillos del supermercado en un lugar mucho más seguro, todavía tiene camino por andar. No está previsto que su uso se democratice próximamente. Desde Ford no tienen en sus planes más cercanos crear una versión comercial de su peculiar carrito de la compra.

La idea de Ford es, como ya se ha visto en otras ocasiones, demostrar que su tecnología puede servir para otros ámbitos de la vida. En el 2017 patentaban su Max Motor Dreams, una cuna capaz de reproducir la experiencia de estar dentro de un coche con el objetivo de que los bebés se duerman rápidamente. El año pasado optaban por patentar una casa para perros equipada con cancelación de ruido. El objetivo era disminuir el estrés ocasionado en las mascotas debido al estruendo de los fuegos artificiales.